El azúcar es uno de los ingredientes más presentes en la alimentación moderna, pero también uno de los más perjudiciales para la salud. Su consumo excesivo se asocia con numerosas enfermedades y trastornos que afectan a la calidad de vida y al bienestar de las personas. A través de sus redes sociales, Alberto Cormillot menciona como disminuir su ingesta.
El azúcar es un tipo de hidrato de carbono simple que se encuentra de forma natural en algunos alimentos, como las frutas, la miel o la leche. Sin embargo, la mayor parte del azúcar que consumimos proviene del azúcar añadido, es decir, el que se agrega a los productos procesados, como los refrescos, los dulces, los pasteles, los cereales o las salsas. Alberto Cormillot insiste en que todo debes encontrar la manera de remplazar este alimento nocivo.
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El problema del azúcar añadido es que no aporta ningún nutriente esencial, solo calorías vacías que se acumulan en el organismo como grasa. Además, el azúcar altera el funcionamiento normal de varias hormonas, como la insulina, la leptina o la dopamina, que regulan el metabolismo, el apetito y el estado de ánimo. Esto puede provocar una serie de consecuencias negativas para la salud, entre las que se destacan las siguientes:
Obesidad y sobrepeso: el azúcar estimula la producción de insulina, una hormona que facilita el almacenamiento de grasa y reduce su quema. Asimismo, el azúcar provoca picos y caídas en el nivel de glucosa en sangre, lo que genera hambre y antojos de más azúcar. Estos factores contribuyen al aumento de peso y al riesgo de obesidad.
El consumo excesivo de azúcar puede causar resistencia a la insulina, es decir, una disminución de la capacidad de las células para responder a esta hormona y absorber la glucosa. Esto hace que se acumule demasiada glucosa en sangre y se produzca la diabetes tipo 2, una enfermedad crónica que puede provocar complicaciones graves como ceguera, amputaciones o insuficiencia renal.
El azúcar aumenta los niveles de triglicéridos y de colesterol malo (LDL) en sangre, lo que favorece la formación de placas de ateroma en las arterias. Estas placas pueden obstruir el flujo sanguíneo y causar infartos o accidentes cerebrovasculares. Además, el azúcar eleva la presión arterial y provoca inflamación crónica, dos factores que también dañan el corazón y los vasos sanguíneos.
Envejecimiento prematuro
El azúcar activa el sistema de recompensa del cerebro y libera dopamina, una hormona que produce placer y bienestar. Sin embargo, este efecto es temporal y se desvanece rápidamente. Esto genera una sensación de vacío y una necesidad de consumir más azúcar para recuperar el estado de ánimo. Este círculo vicioso puede desencadenar trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad.
Ante estos efectos nocivos del azúcar, lo más recomendable es reducir o eliminar su consumo de nuestra dieta. Para lograrlo, se pueden seguir algunos consejos prácticos, como los que recomienda Alberto Cormillot en cada una de las fotos. “Chequeá cuál de estos consejos no tenés incorporado en tu rutina diaria y tratá de ponerlos en práctica”, escribió en su IG.