Muchas personas tienen el hábito de subirse a la balanza todos los días, ya sea por motivos de salud, de estética o de control. Sin embargo, ¿es realmente una práctica recomendable? ¿Qué beneficios y qué riesgos tiene pesarse a diario? En este artículo, analizaremos los pros y los contras de esta costumbre tan extendida. A su vez, Estefanía Pasquini evidenciará qué tipo de pensamiento debemos tener frente a la balanza.
Según algunos expertos, pesarse a diario puede tener algunas ventajas, sobre todo cuando se trata de perder o mantener el peso. Algunas de estas ventajas son: Aumenta la motivación, pesarse a diario puede ser una forma de ver los resultados del esfuerzo realizado con la dieta y el ejercicio. Esto puede generar una sensación de satisfacción y de autoeficacia que anime a seguir con el plan. Estefanía Pasquini aseguro que pesarse le ayudó a llevar el control de su dieta.
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Pesarse a diario puede ayudar a ser más consciente de los hábitos alimentarios y de actividad física que se tienen. Así, se puede detectar y corregir a tiempo cualquier desviación o exceso que pueda afectar al peso. También puede ser una forma de recordar el objetivo que se tiene y de mantener el compromiso con él. Al ver el número en la báscula, se puede reforzar la intención de cuidarse y de no caer en tentaciones.
Sin embargo, pesarse a diario también puede tener algunos inconvenientes, sobre todo si se hace de forma obsesiva o si se le da demasiada importancia al dato. Algunos de estos inconvenientes son: Genera ansiedad: Si, porque puede provocar estrés y ansiedad si el peso no merma o si sube ligeramente. Esto puede llevar a frustración, desánimo o incluso abandono del plan.
Puede crear una dependencia psicológica de la báscula, que se convierte en el único indicador del éxito o del fracaso. Esto puede hacer que se pierda la perspectiva y que se ignoren otros factores importantes como la salud, el bienestar o la autoestima. También puede inducir al error, ya que el peso varía por muchos factores que no tienen que ver con la grasa corporal, como la retención de líquidos, el ciclo menstrual, la hora del día, la ingesta reciente o el haber ido al baño.
Para evitar los efectos negativos de pesarse a diario, se recomienda seguir una serie de pautas que permitan hacerlo correctamente. Algunas de estas pautas son: Elegir un día y una hora fijos: Lo ideal es pesarse una vez por semana, siempre el mismo día y a la misma hora, preferiblemente por la mañana, en ayunas y después de ir al baño. Usar la misma balanza también es clave.
Peso y algo más
Se debe tener en cuenta que el peso, que se obtiene al pesarse, no es un dato absoluto, sino relativo. Lo importante es comparar la tendencia a través del tiempo y no fijarse en las variaciones puntuales. Se debe recordar que el peso no es el único indicador de salud o de belleza. Se deben valorar también otros aspectos como las medidas corporales, el porcentaje de grasa, el tono muscular, la sensación física o el estado anímico.
Sobre esto, Estefanía Pasquini, en el video, dejo otros aportes a tener en cuanta y a prestarle mucha atención. “Ojo con lo que pensamos de nuestro peso. Ojo a donde te quieren levar con el peso. Que esto no te desmotive, cuando a lo mejor ya tenés un gran logro”. La especialista en nutrición hace hincapié a los metas que suelen fijar terceras personas en uno.