María Becerra es una cantante argentina que se ha popularizado a nivel mundial por su carisma y talento. Sus colaboraciones con artistas de alto calibre la han catapultado a la fama y al éxito rotundo. Un lugar en el panteón de las personas que nos representan ante el mundo como argentinos y argentinas.
María Becerra en su vida siempre aboga por la coherencia y la armonía y es por ello que ha modificado radicalmente sus costumbres para alinearla a sus propósitos personales. En su vida cotidiana ha decidido dejar de usar productos de origen animal, no solo en sus platos nutritivos sino también en sus atuendos.
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Hace algunas semanas María Becerra fue invitada al Festival de Viña del Mar como jurado de las presentaciones. Además de ser convocada para brindar allí su show y ser evaluada por el público más exigente del mundo.
El festival del que formó parte María Becerra es un convocante evento latinoamericano que tiene un particular formato. Son las personas que asisten en el publico quienes eligen si van a premiar a los artistas por su desempeño, o si serán abucheados.
Durante su visita en Chile, María Becerra demostró su compromiso con las causas humanitarias visitando los lugares que fueron víctimas de los incendios en las montañas que se llevaron la vida de una gran cantidad de animales, personas y especies vegetales.
En sus redes sociales a comunicado a las personas que tienen las buenas intenciones de ayudar cuales son las necesidades más imperiosas entre los sujetos damnificados. María Becerra se mostró en muchos medios de comunicación conmocionada por la situación.
Arco de artemisa como protección
En el mundo del esoterismo, los gestos de protección son demasiados. Cada uno de ellos libra un propósito de cuidado cuya efectividad solo puede ser comprobada por quien realiza como es el caso de la performance de María Becerra en el escenario de Viña del Mar.
El gesto que realizó desde el escenario María Becerra es conocido como el Arco de Artemisa, y es un símbolo de protección muy particular. Genera un espacio de cuidado que funciona como un espejo en el que rebotan todas las malas energías y desleales intenciones para quienes ocasionan disturbios en el plano sutil.