En una reciente entrevista con Infobae, Nico Cabré contó, entre otras cosas, que de niño tenía muchos problemas para recordar lo aprendido en la escuela, que las lecciones al frente de sus compañeros y maestra eran terribles y que su trabajo como actor lo obligó a “estudiar de memoria”.
Dejando atrás su peculiar pasado en la escuela, Nico Cabré contó uno de los episodios que pudieron haber frustrado su exitosa carrera. Dicha historia se remonta a una obra de teatro que se llevó adelante en los años 90 junto al destacado artista Ricardo Darín.
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“Han pasado muchas cosas. Una vez con Ricardo (Darín) y Ana María Picchio estábamos haciendo algo en común y yo tenía ganas de ir al baño. No aguantaba más, y tenía que hacer una escena y ya estaba. Tuve que salir. Y se me terminó escapando un gran gas, muy sonoro. Muy sonoro”, comenzó diciendo.
El artista dijo que era tan grande la vergüenza de sus compañeros de elenco que tuvieron que frenar la obra antes de que termine. “Yo tenía que entrar y decirle un drama. La obra hablaba de mi papá, que había fallecido por una enfermedad, y yo le tenía que decir lo que dijo antes de irse”, recordó.
“Ricardo me miró y ahí se me cruzaron las cosas que podía decir: fue el pie, un farol, están picando la losa arriba, no sabía qué decir. Ricardo se agachó, hacía como que lloraba y lloramos los dos así. Fue tan perfecto y tan en silencio que nadie dijo: Se tiró un pedo”, agregó Nico.
“Y terminó. Fue telón ahí. Nunca más pudimos hablar. Y se (desplegó) el telón y nosotros saludamos y la obra, para la gente, terminó así. Y la gente se paraba y aplaudía, la obra estaba bien, pero nunca vieron el final. Eso fue lo más terrible que me pasó en la vida”, aclaró el actor.
El karma
“Faltaban cuatro minutos, pero no terminaba así. Nunca más pudimos remontar la situación, que fue terrible. Después de eso, estuve meses y meses y meses (percibiendo) que me (percibía) mal antes de salir a esa escena”, enfatizó Nico Cabré sobre lo que sucedió en aquella función.
“Ricardo me volvió loco. Que te pase eso delante de Ricardo es el triple de peor porque después yo iba caminando y de repente venía Fernán Mirás, a los dos meses, me decía: Vi la obra; ¿Sí?; Sí, me encantó. ¡Hermoso el pedo!”, me decía. El otro se dedicaba exclusivamente a mandarme gente para que me dijera eso. Lo viví como un karma terrible”, completó.