El flan casero es un postre delicioso y tradicional que ha sido degustado en todo el mundo durante generaciones. Su textura suave y cremosa, junto con su sabor dulce, lo convierten en una opción popular para culminar una comida con un toque especial. Prepararlo no es complicado, por lo que te presentamos una receta sencilla para que puedas agasakar a tus seres queridos con esta delicia.
Para hacer un flan casero, necesitarás ingredientes simples y comunes. Los ingredientes principales son huevos, leche, azúcar y vainilla. Además, necesitarás azúcar para el caramelo y un poco de agua en cantidad necesaria.
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El primer paso es preparar el caramelo. En una cacerola pequeña, agrega azúcar y una pequeña cantidad de agua. Lleva la mezcla a llama media y deja que el azúcar se disuelva y se convierta en un caramelo dorado. Luego, vierte el caramelo en el fondo de un molde para flan, asegurándote de que el caramelo recubra uniformemente el fondo del molde.
En un tazón aparte, bate los huevos hasta que estén bien mezclados. Agrega la leche y la vainilla al tazón con los huevos y continúa batiendo hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados. Luego, vierte la mezcla de flan sobre el caramelo en el molde. Asegúrate de hacerlo con cuidado y lentamente para evitar burbujas de aire.
El siguiente paso es cocinar el flan en un baño de María. Para ello, coloca el molde dentro de una fuente o bandeja para horno más grande. Luego, agrega agua a buena temperatura a la fuente hasta que alcance aproximadamente la mitad de la altura del molde para flan.
Precalienta el horno a una temperatura alrededor de 180°C (350°F). Luego, coloca la fuente con el flan dentro del horno y hornea durante aproximadamente 45 minutos a 1 hora, o hasta que el flan esté firme en los bordes, pero todavía ligeramente tembloroso en el centro.
Enfriamiento y refrigeración
Una vez que el flan esté listo, quítalo del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo durante al menos 2 horas o hasta que esté completamente frío. Esto es necesario para que adopte su clásica textura.
Finalmente, para desmoldar el flan, pasa un cuchillo por los bordes del molde para separarlo. Coloca un plato sobre el molde y, sosteniendo firmemente ambos, voltea el molde para que el flan caiga sobre el plato con el caramelo dorado hacia arriba. Sirve las porciones individualmente y experimenta su deliciosa textura y sabor.