El huevo es un alimento básico en muchas dietas y se ha rodeado de varios mitos y controversias a través de los años. Algunos consideran que es perjudicial para la salud debido a su contenido de colesterol, mientras que otros lo elogian como una excelente fuente de nutrientes. En esta nota exploraremos algunos mitos y verdades sobre el huevo para ayudarte a comprender mejor este alimento versátil.
Si bien los huevos contienen colesterol, varios estudios han evidenciado que la ingesta moderada de huevos (hasta siete por semana) no aumenta significativamente los niveles de colesterol en la mayoría de las personas. Además, también son ricos en nutrientes beneficiosos para la salud.
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La yema del huevo es rica en nutrientes esenciales, incluyendo vitaminas, minerales y grasas saludables. Limitar la ingesta de yemas priva al organismo de estos nutrientes importantes. Es mejor aprovechar del huevo completo, a menos que tengas restricciones dietéticas específicas.
Si bien los huevos crudos contienen los mismos nutrientes que los huevos cocidos, su digestibilidad es menor. Además, aumenta el riesgo de contraer salmonela. Cocinarlos elimina este riesgo y mejora su digestibilidad.
El color del huevo está determinado por la raza de la gallina y no tiene vínculo con su valor nutricional. Tanto los huevos marrones como los blancos ofrecen beneficios nutricionales similares y son igualmente saludables.
Estudios recientes han evidenciado que la ingesta de huevos no aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en individuos sanos. Son una fuente de proteínas de alta calidad y otros nutrientes beneficiosos, que pueden ser parte de una dieta equilibrada.
El resto de los mitos
No hay evidencia concluyente que evidencia que la ingesta de huevos aumente el riesgo de desarrollar diabetes. De hecho, estos pueden ser parte de una dieta saludable para el control de la glucosa, debido a su contenido de proteínas y poca carga glucémica.
En algunos países, los huevos se venden y almacenan a temperatura ambiente, mientras que en otros se refrigeran. La necesidad de refrigerar los huevos depende de las prácticas de producción y regulaciones locales. Si los huevos están refrigerados en el lugar de compra, es recomendable mantenerlos refrigerados en casa para mantener su frescura.