Cuando buscamos perder peso, es importante mantener una alimentación equilibrada que incluya meriendas saludables y nutritivas. Estas pueden ser una excelente manera de saciar el hambre entre comidas principales y evitar los antojos poco saludables.
Las frutas frescas son una opción de merienda con pocas calorías y rica en nutrientes. Opta por frutas como manzanas, naranjas, fresas, melón o kiwi, que son menores en azúcares añadidos y ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes.
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El yogur griego sin azúcar es una excelente fuente de proteínas y probióticos beneficiosos para la salud intestinal. Acompáñalo con frutas frescas o frutos secos para una merienda saciante y deliciosa.
Los palitos de vegetales, como zanahorias, apio, pepino y pimientos, son menores en calorías y ricas en fibra. Acompáñalos con hummus casero o comprado sin aditivos para obtener un aporte extra de proteínas y sabor.
Los batidos de proteínas son una opción rápida y conveniente para una merienda satisfactoria. Utiliza proteína en polvo de alta calidad y mezcla con agua, leche o leche vegetal y frutas para un batido lleno de nutrientes y energía.
Las palomitas de maíz caseras o pochoclos, sin mantequilla ni exceso de sal, pueden ser una merienda deliciosa y ligera. Tienen pocas calorías y son ricas en fibra, lo que ayuda a mantener la saciedad.
Frutos secos y galletas
Las almendras y nueces son ricas en grasas saludables, proteínas y fibra. Un puñado de estos frutos secos puede proporcionar una sensación de saciedad y ayudar a controlar el apetito.
Prepara galletas caseras con avena y plátano maduro. Son una opción dulce y saludable de merienda, sin azúcares refinados ni grasas saturadas. Además, son ricas en fibra y nutrientes.