En una nota con la revista Gente, Natalia Oreiro confesó qué tipo de hijo es Atahualpa, el que trajo al mundo junto a Ricardo Mollo hace 11 años. “Es un niño luminoso y simple, que a su simpleza la acompaña con hermosas reflexiones”, comenzó diciendo la actriz.
“Tiene paz, claridad. No como yo cuando era chica: siempre extravertida, movediza, mis padres (Mabel y Carlos) no podían ir a ningún lado conmigo porque tiraba y rompía todo, al revés que mi hermana (Adriana). Ata es un pequeño budita, de gran vida interior”, asegura Natalia Oreiro.
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A su vez, la actriz reconoce que a su hijo no le importa el que dirán. “No le importa tanto la mirada del otro o si le dicen algo. Además, siento que, ante todo, es un chico feliz”, sostuvo. En la misma línea, la uruguaya confesó que método utiliza para mantener a Ata alejado del mundo virtual.
Sí, Natalia y Ricardo tienen un método anti tecnología. “Sí, en realidad es un poco contarle desde chico. Nosotros no sabíamos, cómo la mayoría de los padres, pero la vida te va llevando a informarte. Todos los pibes tienen tablet, celular, están pegados a la tele, es la época”, destacó.
“Y cuando empezás a investigar, a escuchar, a leer y te ayudan a entender lo que significan para ellos las pantallas, te das cuenta de que lo mejor es tratar de que las eviten cuanto antes, así van a (hallarse) con la posibilidad de (aprovechar) otras cosas”, aclaró.
“Lógico, ven la luz de la pantalla y se quedan pegados, activos, con las pupilas dilatadas. ¿Y qué hacen luego con tanta información, con semejante dosis de adrenalina que reciben? Bueno, cuando todo eso no está, aparecen otras cosas (vinculadas) a lo manual, con el espacio natural”, agregó.
Forma de educar
“No hay una forma de educar: todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. A nosotros nos hace bien como familia la forma que elegimos. No digo que esté mal lo otro. Sólo que cuando los chicos se (vinculan) mucho con la tecnología es difícil poder (desplegarle) opciones”, aclaró la actriz sobre la forma de educar.
“Ya van a tener tiempo, porque hoy un (mayor) no se puede mover sin ella; soy consciente de eso. Pero mientras podamos evitarla con nuestro hijo, (percibimos) que puede transitar una infancia más simple”, completó Natalia Oreiro sobre las mañas que se dan con Atahualpa.