Estefanía Pasquini, quien se convirtió una referente en el mundo de la nutrición desde que comenzó a trabajar codo a codo con su esposo, Alberto Cromillot, en la clínica que lleva el nombre del reconocido médico, acaba de sorprender con una sutil confesión.
“Buen día. Empecemos a blanquear qué está bien que nos gusten determinados alimentos y que los vamos a comer de forma legal, sin culpas, sin estar haciéndolo de trampa o como robando o a escondidas porque es normal”, comenzó diciendo Estefanía Pasquini.
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“Está bien que te gusten comer determinados alimentos y si no pasa esto más ganas vas a tener y más descontrol va a haber a la hora de comerlos”, mencionó la esposa de Alberto Cormillot al pie del video, que publicó en su cuenta de Instagram, en donde se pudo explayar más sobre el tema.
“Muchas veces estoy armando los planes de alimentación junto a mis pacientes y les pregunto si en algún momento del día tienen ganas de comer algo dulce así lo tenemos en cuenta en el plan y me dicen: sí, me encanta el chocolate, pero sé que no se puede así que con una fruta está bien”, dijo.
“Entonces yo no voy a discutir que la fruta es lo mejor que hay ante un chocolate, pero si tienes ganas de comer un chocolate ¿porque no te comes el chocolate? Qué es lo que pasa. Sí vos tenes ganas de comer un chocolate y comes cualquier otro alimento, las ganas de comer chocolate van a seguir estando”, destacó.
A su vez, Estefanía aclaró: “La fruta no te quita las ganas de eso. Entonces si tienes ganas de algo dulce, cómelo y ya está. Esto mismo sucede cuando me dicen: mi familia comió empanadas y yo me comí el pollo con la ensalada. Si tenías ganas de comer empanadas porque no te comiste las empanadas”.
Blanquear la realidad
“Muchas veces por comer otra cosa, por él dicho no se puede, terminas comiendo lo que tenías y lo que te tentó. Esto lo comes en otro momento o a escondidas, a las apuradas, las sobras, no lo identificas y no lo (aprovechas)”, cuestionó Estefanía Pasquini.
“Entonces comencemos a blanquear que la comida es rica y que nos gusta comer porque el problema son los excesos y no los alimentos. Empecemos a tomarlo como normal que nos gustan las cosas ricas”, completó la esposa de Alberto Cormillot en sus argumentos.