La receta de la pizza, como muchos ya conocen, nació y se originó en la antigua Italia, precisamente en la ciudad de Nápoles, donde se convirtió en un plato favorito de todos los ciudadanos, quienes buscaban una excelente combinación de sabores y texturas.
La receta básica no solo es considerada patrimonio de dicho país, sino que, para dejar en claro su autoría, decidieron realizar la llamada pizza napolitana que, como bien observamos, lleva los colores de la bandera italiana: el rojo del tomate, el blanco del queso y el verde de la albahaca.
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En esta ocasión, para variar un poco, hemos elegido la receta de la pizza con queso azul que no es muy común, pero cuenta con varios fanáticos. Asimismo, también contaremos con un dato especial de Mica Viciconte, quien mencionó su tip más efectivo y especial.
Para esta receta necesitamos: 500 gramos de harina, 1 sobre de levadura en polvo, 300 cc de agua tibia, 200 gramos de queso azul, 200 gramos de mozzarella, 50 gramos de nueces picadas, salsa de tomate, pizca de sal y azúcar, aceite y orégano a gusto de cada uno.
Iniciaremos la receta colocando la harina en un bol para agregarle la pizca de sal, el azúcar y la levadura. Mezclar todo y formar una corona, dejando el centro libre. En el hueco, añadir el agua tibia a fría y el aceite, unas 3 cucharadas. Con ayuda de las manos, integrar todo hasta formar una masa suave.
Formar un solo bollo, tapar con un repasador y dejar levar durante 20 minutos, hasta que la masa duplique su tamaño. Pasado el tiempo, dividir en dos bollos y estirar, cada uno de ellos, en una placa engrasada con aceite vegetal. Recuerda que el grosor se lo darás vos. Colocar salsa, orégano y llevar al horno.
Paso final
A la mitad del tiempo, quitar la pizza y agregar el queso mozzarella trozado primero y después el queso azul. Mica Viciconte utiliza "Santa Rosa". No dejes espacios vacíos, intenta rellenar lo más que puedas. Ingresar nuevamente al horno, para que se termine de hornear y se derrita el queso.
Una vez que la pizza esté lista, retirarla del horno y comenzar a espolvorear las nueces picadas por toda la superficie. Para finalizar con esta riquísima receta, verter un chorrito de aceite de oliva para intensificar el sabor y la humedad. Listo, a comer.