El domingo 18 de diciembre, Laurita Fernández cumplió 32 años y, como no podía ser de otra manera, la presentadora organizó un gran festejo junto a sus familiares y amigos, el cual se llevó a cabo en las últimas horas.
Durante la madrugada de este jueves, a través de las redes sociales, se conocieron varios detalles de lo que fue el festejo que tuvo Laurita Fernández por su cumpleaños, en el cual no faltaron los momentos felices, la buena música y las declaraciones de amor por parte de Claudio Brusca.
La reconocida presentadora de “Bienvenidos a Bordo” eligió un reconocido bar ubicado en Palermo para celebrar, no solo su cumpleaños, también aprovecharon para realizar el cierre del año junto a sus compañeros de programa.
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En la fiesta no falto ni un solo detalles, desde buena música, tragos, diversión, cascada de chocolate, una torta soñada, buenos momentos y hasta los cantos de la hinchada argentina se hicieron presentes en una noche inolvidable.
Laurita se dejó ver radiante y feliz junto a su novio, Claudio Brusca, quien se encargó de realizar varios posteos en su Instagram, no solo para dejar ver los detalles de la fiesta, también aprovechó para declararle, una vez más, todo el amor a su compañera.
"Fiestón del amor".
"Celebramos el amor y los más de 300 programas". Laurita, Claudio y todos los invitados a la fiesta, pasaron una noche realmente increíble, la cual llegó hasta casi la mañana de este jueves y en la misma se pudo ver reflejado el buen momento que pasa la bailarina, tanto a nivel personal como profesional.
Algunos detalles
Laurita Fernández está cerrando uno de los mejores años de su vida, en el cual no dejó de recibir propuestas laborales y una nueva oportunidad en el amor, algo por lo que se la ve más feliz y relajada que nunca.
En las últimas horas, la alentosa y multifacética bailarina se reunió con sus compañeros de trabajo para celebrar su cumpleaños y los 300 programas que lleva haciendo la conducción de “Bienvenidos a Bordo”. Para esta ocasión especial, Laurita optó por un look completamente relajado, luciendo un vestido en tono amarillo y unas cómodas zapatillas que le permitieron bailar hasta el amanecer.