El regreso a las clases es un tiempo de alivio y a la vez de ansiedad para muchos padres que tendrán, por un lado, menores preocupaciones con respecto a sus hijos, pero también las responsabilidades naturales de condición, como la preparación de recetas saludables para ellos.
Entre las múltiples recetas y preparaciones de snacks con las que podemos enviar a los chicos a la escuela están las barritas de cereal hechas en casa que pueden ser fácilmente elaboradas. Estas proporcionarán alimentación saludable a la vez que sensación de saciedad.
El momento del recreo suele convertirse en un momento clave en la vida escolar de los jóvenes, puesto que mucho de ese tiempo se gasta en acudir al kiosco de la institución para adquirir comida “chatarra” que consiste en grandes cantidades de harinas, grasas y sal o azúcar.
Apercibidos los padres de esto, existen grandes opciones que pueden ser elaboradas en casa y que brinda un mayor beneficio nutricional para los jóvenes. Una de ellas es la preparación de snacks tipo barritas de cereales a partir de elementos frescos y nutritivos.
Existen varias formas de preparar estas barritas, una de las cuales se realiza colocando en un bowl una cantidad de frutos secos, unas cucharadas de avena y otras de avena más fina, miel y huevo. Todo esto se lleva al horno en una asadera enmantecada por 15 minutos. Se deja enfriar y se corta en pequeños cubos.
Otra recta sencilla es colocar pochoclos con una mezcla de almendras, nueces, castañas y maní en recipientes con tapa o bolsitas plásticas herméticas. Esto posibilitará que los chicos coman saludable a la vez que tendrán acceso sencillo y fácil a los alimentos.
Lo que hay que evitar
Entre las muchas recetas que existen para viandas saludables se recomienda evitar fruta procesada o cortada, ya que los tiempos que pasarán en sus recipientes podrían alterar su frescura, ocasionando la rápida oxidación de sus elementos, causando una aceleración de descomposición.
Otra cosa que hay que evitar es el empleo de grandes cantidades de harinas como los sándwiches de tipo miga o pebete, así como los fiambres, especialmente aquellos como el salame, jamón cocido o crudo, por sus altos contenidos de sal.