No hay duda que el chipá es uno de los alimentos típicos argentinos más ricos. Estos pequeños panes de queso son una verdadera exquisitez y son perfectos para compartir con amigos o con la familia.
Esta receta de chipá que a continuación te traemos es de las más ricas, fáciles de hacer y tiene todo para que cuando lo hagas no puedas parar. Este pequeño pan hecho a base de harina de mandioca con queso resulta delicioso.
El chipacito es un plato emblemático de la cocina de Paraguay, aunque se come en varios países aledaños, incluyendo, obviamente, a la Argentina. Es un producto perfecto de la fusión de la cocina guaraní con la española.
Muchos no saben pero el segundo viernes de agosto se celebra el día del chipá, y es por eso que no quisimos dejar pasar la fecha para compartir una receta que puedas hacer en casa. Son perfectos para una picada o para una merienda especial.
Además de lo anterior, a los niños les encantan y son tan fáciles que puedes prepararlos con ellos. El chipá logra combinar dos elementos que suelen tener fanáticos en todo el mundo: el pan y el queso. Aquí el detalle de la mejor receta de chipá para hacer en casa y el paso a paso para que puedas hacerla sin ningún problema.
Ahora sí, para 10 porciones, aproximadamente, de este rico pan necesitaras: 75 gramos de fécula de mandioca, 250cc de leche, 3 huevos, 125 gramos de manteca, 250 gramos de queso regianitto rallado y 500 gramos de queso provolone cortado en cubitos. No olvides la sal y la pimienta a gusto. Como opción puedes añadir 125cc de jugo de naranja, dándole un sabor particular.
Manos a la obra
Para preparar este riquísimo chipá debes colocar en un recipiente la fécula de mandioca, los quesos, la sal y la pimienta. Luego debes añadirle la manteca, la leche y los huevos. Unifícalos hasta formar una masa consistente.
Luego puedes pasar a formar los bollitos o dejarlo que repose en la heladera unas horas. Dispón los bollitos en una placa enmantecada y enharinada, llévalos al horno a temperatura 180C de 15 a 20 minutos aproximadamente. Estarán listos cuando se doren.