Si lo que buscas es destacar en la cocina, no debes dejar de leer estos consejos para conseguir hacer la pizza casera más rica del mundo. Si bien la masa es un punto importante, también debes tener en cuenta otras cuestiones.
Claro que hoy en día es posible comprar pizzas en pizzerías o restaurantes, pero no hay como hacerla en casa, sobre todo si la cocinamos con los ingredientes que más nos gustan. Recordá que no hace falta ser un chef experto para hacer una pizza casera digna de un restaurante.
Como dijimos, la masa de pizza es la base para obtener un exquisito platillo. La masa se prepara con ingredientes muy básicos, que tenemos siempre en casa: harina, agua, levadura, sal y aceite de oliva virgen extra. Lo que debes tener en cuenta es la calidad de la harina. Entre una y otra marca hay grandes diferencias, por lo que, en la medida de lo posible, intenta usar una harina de mejor calidad.
Las harinas de mejor calidad, con mejor “fuerza” y más aporte de gluten, van a favorecer el manejo de la masa, que será más elástica, tierna y suave. Ojo que esto también son incidirá en el correcto crecimiento de la masa en el proceso de reposo o levedado. Las harinas convencionales, más flojas, nos darán las peores pizzas.
Si quieres aventurarte puedes probar a hacer una mezcla de harinas, utilizando un 10% de harina integral o de otro tipo, para darle un toque personalizado a tu pizza. En cuanto a la levadura, se puede usar seca de panadería o fresca, aunque siempre respetando las proporciones adecuadas: para 1 kilo de harina de fuerza, se usarán 8 gr. de levadura seca o 25 gr. de la fresca.
Algo muy importante y a tener en cuanta: Para la masa de pizza, no utilicéis levaduras químicas en polvo, tipo Royal. Éstas son gasificantes, y solo actúan en el proceso de horneado, por lo que la masa no crecerá durante el reposado. Esto es perfecto para bizcochos, pero no para masas.
Los ingredientes ideales para una pizza extraordinaria
Aunque no lo creas, el agua que utilices para amasar tu futura pizza casera influirá en el sabor de la masa, por lo que, si el agua que tenéis en casa no os convence o tiene algún tipo de sabor, lo recomendable es emplear agua mineral embotellada.
Finalmente llega el aceite. Procura elegir el aceite mejor de calidad, prueba a cambiar el aceite de girasol por el de oliva, preferentemente virgen extra. Le aportará un sabor suave y especial a la masa.