Alberto Fernández y Fabiola Yáñez dividieron la opinión nacional, luego de que la segunda denunciara al expresidente por violencia de género, además de conocerse una gran cantidad de registros en el teléfono de su pequeño hijo en el que se podía ver al mandatario en actitud romántica con otras damas.
Alberto Fernández contra denunció a Fabiola Yáñez por hostigamiento y amenazas y aportó pruebas con audios en los que se podía argumentar que servirían para que la justicia hiciera lugar a tales herramientas legales en perjuicio de la afectada.
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Ahora, se conoció que un juez hizo lugar a la petición del expresidente, impidiendo que la exprimera dama se contacte con él por ningún medio, salvo para hablar de lo estrictamente personal en lo concerniente al hijo que comparten.
De acuerdo a lo trascendido, el juez Christian Brandoni hizo lugar a la petición de Fernández en cuanto al hostigamiento, razón por la cual prohibió a Fabiola comunicarse con su expareja. Esta determinación judicial tiene una prolongación de 90 días.
Las críticas, como no podía ser de otra manera, comenzaron a presentarse, primero para criticar al sistema judicial argentino y luego para arremeter contra la persona de Alberto, que se ha sumado, además, al pedido del gobierno argentino de retirarle el personal encargado de su resguardo físico.
Hay quienes mencionan que el exmandatario tiene mucho poder e influencia todavía en el sistema judicial argentino, por lo que ha podido obtener algún dictamen favorable a sus petitorios, sin embargo, se duda si podrá sostener esto en el tiempo.
Las acciones futuras
Alberto Fernández parece haber ganado, de momento, su pulseada contra Fabiola Yáñez, debido a que la justicia se ha expedido sobre su petición de hostigamiento. Sin embargo, las causas fuertes todavía están en el juzgado de Julián Ercolini.
Por el momento, se han pactado nuevas fechas para declaraciones indagatorias, pero no se han brindado mayores detalles sobre lo que puede suceder a futuro. Lo cierto es que la carrera política de Alberto ha quedado sumida en una gran incógnita.