Tamara Pettinato se convirtió en una de las más afectadas por su amorío con Alberto Fernández, pues no solamente perdió su trabajo en “Bendita” sino que se hizo con el desprecio de la sociedad argentina, llevándola al descrédito total.
Tamara Pettinato y Alberto Fernández mantenían un amor en secreto que luego salió a la luz, cuando se filtraron los videos que grababa el mandatario en Casa Rosada en actitud romántica con la periodista. El escándalo fue tal que el expresidente tuvo que renunciar a la presidencia del partido peronista por excelencia.
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El exfuncionario nunca brindó explicaciones sobre sus affaires con la locutora, ni mucho menos de sus otros romances que se fueron conociendo. A lo que se limitó fue a denunciar a Fabiola Yáñez por hostigamiento y por haber dado a conocer el contenido del celular que, según él mismo, se lo había regalado a su hijo Francisco.
Recordemos que la conductora había mantenido un romance con el por entonces presidente, cuando realizaba tareas para un documental. Según ha develado Fernanda Iglesias, los involucrados tenían una maniobra previamente estudiada para verse sin problemas.
Una vez que terminaban las grabaciones para el documental, Tamara y las personas que la acompañaban se retiraban de Casa Rosada, cada cual en dirección a sus automóviles. Sin embargo, ella no se iba del lugar y volvía al recinto presidencial.
Una estrategia simple pero efectiva que reafirma la impunidad con la que el mandatario se vinculaba extramatrimonialmente con otras damas. Esta situación se habría repetido con otras damas involucradas de las que ya hay nombres y registros fílmicos.
El repudio
Tamara Pettinato cosechó el repudio nacional, al igual que Alberto Fernández, después de conocerse su amorío. Por aquel entonces la locutora intentó desviar la mirada sobre la denuncia de violencia de género que interpuso Fabiola, limpiándose las manos sobre su accionar.
Sin embargo, la joven no logró disipar las dudas sobre su persona, especialmente con su pareja que también es funcionario. Al parecer, el político estaba al tanto de las maniobras de su pareja con el expresidente, razón por la que no le reclamó en manera alguna.