Tini Stoessel ha estado en el centro de atención en los últimos días, pues tras anunciar su retiro momentáneo de los escenarios, causó un gran revuelo entre sus seguidores. Esta noticia la comunicó en el quinto y último show que brindó hace unos días en el Club Hurlingham.
Tini Stoessel publicó “Un mechón de pelo” hace unas semanas, siendo un álbum diferente a lo que ha estado haciendo desde sus comienzos en la música. Y es que este material, es más un cierre para el proceso de sanación que ha estado viviendo, el cual quería compartir con el público.
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Los problemas de salud mental que la cantante ha enfrentado recientemente son de público conocimiento, pero no fue hasta hace unos días, que se animó a hablar a fondo y sincerarse por completo. Esto sucedió en una charla que tuvo con el famoso psicoanalista, Gabriel Rolón.
“Con la crudeza y con la maldad que se habla del físico, de la cara, de la voz ajena, cuando se tendría que abordar el tema desde otro lugar”.
“Me acuerdo que comencé a perder el pelo cuando mi papá estaba internado y se me caían mechones de pelo. Toqué fondo, me lo cambiaba de color o lo cortaba. El pelo representó lo que me pasó anímicamente”, expresaba la “Triple T”, dejando en claro el motivo del nombre de su nuevo álbum.
Las críticas que recibió la artista ante sus constantes cambios de looks y color de cabello, fueron un detonante para otro problema que comenzó a experimentar: “Creía que taparme era la solución, me empecé a vestir grande, colocarme guantes, engordarme en las fotos”.
“¿Voy a estar toda la vida esperando la aceptación de todo el mundo? Voy a terminar infeliz toda la vida”.
“Yo ya lo había normalizado”, comentaba Tini, sobre el trastorno de dismorfia corporal con el que fue diagnosticada. Este trastorno es una enfermedad mental en la que la persona afectada no acepta su físico tal y como es, obsesionándose con la más mínima imperfección.
Dormir sola
Entre otra de las cosas que Tini Stoessel develó, se halla el hecho de que no podía dormir sola a raíz de cada uno de los momentos complicados que atravesó. Sin embargo, el hecho de poder contarle a todos, a través de su álbum, fue sanador y liberador.
“No podía hacerlo, ni en un hotel ni en mi casa. Publiqué el nuevo álbum y, tres días, después, ya estaba durmiendo sola en mi casa. Los que me conocen no lo podían creer”, confesa la intérprete de “Ángel”.