La merienda es una de las principales comidas del día, por lo que es sumamente importante que, al momento de realizarla se incluyan alimentos adecuados que ayuden a recuperar la energía que el organismo gastó durante la jornada.
La merienda suele tener variaciones según la época del año, ya que mientras en el verano se incluyen alimentos que aportan frescura, en el otoño e invierno la mayoría de las personas suele inclinarse por opciones tibias y con mayores calorías.
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Si bien los días más fríos son ideales para tomar una buena infusión, recuerda que es importante variar los alimentos que se incluyen en la merienda, ya que de esta forma lograras equilibrar los nutrientes y la energía que el organismo necesita para llegar al fin de la jornada.
Teniendo en cuenta las necesidades nutritivas, a continuación, te dejaremos algunas ideas para que puedas sumar o reemplazar a la hora de la merienda, con alternativas económicas y saludables.
Licuados: los batidos o licuados de frutas son una solución ideal para reemplazar el café, el té u otras infusiones que se toman habitualmente en el desayuno o la merienda y los mismo resultan ser mucho más nutritivos por la combinación de los ingredientes.
Yogur griego: el yogur griego combinado con frutas naturales y frutos secos, o incorporado en algún tipo de licuado, es una excelente opción para sustituir las clásicas meriendas. Además, este aporta cantidades significativas de calcio, vitamina B12, probióticos y proteínas. Ensalada de frutas: otra alternativa para reemplazar las clásicas infusiones. Esta opción no solo asegura cientos de nutrientes y vitaminas, también es hidratante por la cantidad de agua que contienen las frutas.
Para acompañar
Así como se reemplazan las infusiones, también se modifican los alimentos que acompañan el desayuno y la merienda, pero, es bueno recordarte que en estas comidas es ideal sumar: frutas cortadas, tostadas con mermeladas o algún tipo de sándwich.
En cuanto a las frutas o verduras en el desayuno y la merienda, con ellas se incorpora la fibras, vitaminas y minerales, mientras que la leche, yogur, quesos u otros lácteos que se integren conforman el grupo de las proteínas. Las grasas de buena calidad que necesita el organismo las aportan los frutos secos y las semillas como el sésamo y la chía.