La piel seca es una de las afecciones que más afectan a las personas, sobre todo, en determinadas épocas del año, principalmente en los meses de frío, donde la pérdida de brillo y elasticidad es mucho más notoria.
La piel seca tiene menor cantidad de lípidos, es por ello que la hidratación de la misma se pierde. Para compensar esto, es necesario que las personas que tengan esta afección tengan una rutina de cuidados específica.
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Para revertir las alteraciones que se dan en las pieles secas, no solo basta con ingerir los 2 litros de agua que se indican por día, también es necesario que incorporen una rutina de belleza con productos para tratar esta afección.
Durante el otoño y el invierno la piel suele perder con mayor facilidad la hidratación debido a que las glándulas sebáceas producen menos sebo que en otros momentos donde el clima es más cálido y es aquí donde aparecen las famosas grietas y el resecamiento.
Guía práctica para el cuidado de la piel seca: 1. No utilizar geles de baño ni productos astringentes para la limpieza. 2. Incorporar hidratantes que tengan consistencia y que entre sus ingredientes incluyan urea, vitamina A, vitamina E y colágeno. 3. Colocar protector solar. 4. Realizar una alimentación balanceada, donde se incorporen frutas, verduras, frutos secos.
Recuerda también aplicar protector solar, ya que este producto es indispensable para proteger y prevenir las lesiones y posibles enfermedades que se generan por las quemaduras y acumulación de rayos en la piel.
Otros factores y cuidados
Si bien el factor climático tiene una gran influencia en la apariencia de la piel seca, también existen otras causas que llevan a que se vea seca, agrietada y que con tendencia a sufrir descamación en algunos sectores en particular.
También, algunos jabones, los baños muy extensos y la exposición al sol, son factores que contribuyen a que la piel pierda la grasitud natural y se vea menos luminosa, aspera y demasiado tensa.