Flor de la V nunca ocultó su simpatía por el kirchnerismo y, tal vez por ese motivo, en los dieciséis años de gobierno k evitó las críticas contra Néstor, Cristina o Alberto Fernández.
Tras sus cuatro años de silencio durante la cuarentena eterna, el vacunatorio VIP y las fiestas de Alberto, Flor de la V volvió a hablar de política, para atacar a Javier Milei.
"Existen muchas áreas que requieren mejoras, estoy totalmente convencida de ello. Sin embargo, no considero que la solución sea el cierre indiscriminado de instituciones y el desfinanciamiento", arrancó su descargo la animadora.
Y agregó: "Es cierto que en el INCAA se han cometido irregularidades, pero debemos proceder con una auditoría transparente, identificar responsabilidades y tomar medidas pertinentes, incluyendo sanciones legales si es necesario".
Flor de la V afirmó: "No podemos permitir que las decisiones se basen en información falsa o en campañas de desprestigio. Esta situación solo genera divisiones entre colegas y desvía la atención del verdadero debate, que es mucho más profundo".
Tras sus 16 años de silencio, la animadora finalmente descubrió lo mal que está Argentina: "Es muy triste que un país como el nuestro, que atravesó una dictadura militar y un montón de procesos, estemos viviendo el presente que estamos viviendo. Eso es lo triste. Hay algo que está sucediendo y a mí como mamá de dos hijos, espero que las cosas cambien. Con estas cosas de ajustar, ajustar y ajustar y que nosotros nos tenemos que ajustar. También lo vimos cuando le subieron el sueldo a Adorni y la hermana de él. Nosotros nos tenemos que ajustar, ¿y ellos?".
Indignación selectiva
Muchos cibernautas destrozaron en las redes sociales a Flor de la V por quejarse, ahora, de temas como el aumento en la política, pero no decir nada de las dos jubilaciones de privilegio que cobra Cristina Kirchner.
También mencionaron que la conductora tampoco dijo nada de las acusaciones por enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Kirchner durante los pasados 16 años. Un cibernauta, con picardía, habló de "indignación selectiva".