Natalia Oreiro, la reconocida actriz y cantante uruguaya, recientemente realizó un viaje soñado a Japón junto a su hijo, Merlín Atahualpa. Este viaje fue especial no solo por el destino, sino también por la compañía y por los momentos mágicos.
Natalia Oreiro y Merlín compartieron momentos inolvidables que quedaron plasmados en bellísimas postales- El viaje a Japón era un sueño para Natalia. Siempre le fascinó la idea de conocer los jardines y la arquitectura del país. La oportunidad de hacerlo en primavera, cuando los sakuras (flores del cerezo) están en flor, era un desafío que anhelaba.
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Durante su estadía, Natalia y Merlín se sumergieron en la filosofía de vida japonesa. Viajaron en tren a las montañas, caminaron por pueblos antiguos y durmieron en un Ryokan, una posada tradicional japonesa. Estos momentos mágicos quedaron grabados en su memoria y en las fotos que compartieron con sus seguidores.
Una de las experiencias más impactantes para Natalia Oreiro y Merlín fue la visita a un estanque poblado de peces Koi, una especie típica japonesa. Las imágenes de Natalia y Merlín rodeados de estos coloridos peces son realmente encantadoras.
Además, Natalia y Merlín tuvieron la oportunidad de lucir kimonos bordados a mano, una prenda tradicional japonesa. Natalia también se transportó a la vida de un samurái y se animó a manipular una katana en la vía pública.
Pero no todo fue color de rosa. Natalia Oreiro vivió un momento de tensión cuando olvidó su teléfono en uno de los tantos trenes que tomó. Afortunadamente, gracias a la organización y amabilidad de los japoneses, logró recuperarlo.
La familia es lo más importante
Natalia Oreiro quedó profundamente impactada por la amabilidad y educación de la gente de Japón. En sus propias palabras, lo que más le quedó de este viaje fue la gente. Esta experiencia le permitió conocer de cerca la cultura japonesa y fortalecer su vínculo con su hijo.
Este viaje a Japón fue una experiencia inolvidable para Natalia Oreiro y Merlín. Las imágenes que compartieron en las redes sociales son un testimonio de los momentos mágicos que vivieron. Sin duda, este viaje quedará grabado en sus corazones para siempre.