El yogur griego casero es una delicia que no podés perderte, por ese motivo te damos la receta para que puedas hacerla en tu casa.
Los ingredientes necesarios para preparar nuestra receta de yogurt griego casero: 1 litro de leche entera o descremada; 1 yogur natural sin azúcar (125 g); y 2 cucharadas de leche en polvo.
Primer paso: Calentar la leche a fuego lento hasta que alcance una temperatura de 45°C. Sacar la leche del fuego, agregar el yogur natural y mezclar bien hasta que se integre completamente.
Segundo paso: Agregar la leche en polvo y mezclar bien hasta que se disuelva. Verter la mezcla en un recipiente limpio con tapa hermética (detalle muy importante). Envolver el recipiente con un paño de lana para mantener el calor.
Tercer paso: Dejar reposar la mezcla en un lugar cálido de 8 a 12 horas. Pasado ese tiempo, revisar el yogur. Debe tener una textura espesa y cremosa. En caso de que todavía no esté espeso, dejarlo fermentar más tiempo.
Cuarto paso: Una vez que el yogur esté listo, ponerlo en un colador cubierto con una gasa o un paño de algodón. Dejar que el yogur se escurra de 2 a 4 horas. Guardar el yogur griego en un recipiente hermético en la heladera. Se conservará durante 3 días. ¡Y lista la receta!
Origen del yogur
Los historiadores creen que fue creado en Turquía, aunque también hay quienes lo ubican en la península balcánica, Bulgaria o Asia Central.
Los pueblos nómadas transportaban la leche fresca en sacos de piel de cabra. El calor y el contacto de la leche con la piel de cabra impulsaba la multiplicación de las bacterias ácidas que fermentaban la leche, así, la leche se transformaba en yogur.