La rúcula es una planta de hojas verdes con un sabor único y ligeramente picante que es perfecta para ensaladas, sándwiches y platos de pasta.
Cultivar rúcula en casa es una forma gratificante de asegurarte de tener acceso a esta deliciosa y nutritiva verdura fresca siempre que la desees. A continuación, te presentamos una guía paso a paso para cultivar rúcula en tu propio hogar.
Preparación del suelo: la rúcula crece mejor en suelos ricos y bien drenados. Prepara la tierra en macetas o en tu jardín mezclando tierra de jardín con compost para mejorar la estructura y la fertilidad del suelo.
Siembra de semillas: siembra las semillas de rúcula directamente en el suelo, a una profundidad de aproximadamente 1 centímetro. Espacia las semillas unos 5-7 centímetros entre sí para permitir que las plantas crezcan cómodamente.
Ubicación y luz: coloca tus macetas o jardineras en un lugar que reciba al menos 4-6 horas de luz solar directa al día. La rúcula prefiere temperaturas frescas y se desarrolla mejor en primavera y otoño, pero también puede crecer en verano si se le proporciona suficiente sombra y agua.
Riego: mantén el suelo uniformemente húmedo, pero evita el encharcamiento. Riega regularmente, especialmente durante los períodos secos, para asegurarte de que las plantas no se sequen.
Cosecha y mantenimiento
La rúcula crece rápidamente y puede ser cosechada en tan solo 3-4 semanas después de la siembra. Corta las hojas exteriores con tijeras cuando tengan aproximadamente 10-15 centímetros de largo, dejando las hojas internas intactas para que la planta continúe produciendo.
Controla las malas hierbas y vigila la presencia de plagas, como pulgones o caracoles. Puedes proteger tus plantas usando redes o mallas antiinsectos y aplicando soluciones naturales para controlar las plagas.