La avena no solo es uno de los cereales más recomendados para incluir en la dieta diaria, también es una gran aliada para el cuidado de la piel, debido a que sus copos albergan una increíble cantidad de nutrientes.
La avena se destaca por su increíble poder emoliente y antinflamatorio, además, tiene una alta concentración de otros nutrientes y activos y esto la convierte en un gran producto para sumar a las rutinas para cuidar la piel.
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Entre los beneficios más destacados que se conocer de la avena, está comprobado que tiene un gran poder hidratante y emoliente, por lo que su aplicación diaria no solo ayuda a proteger la piel, también contribuye en mejorar notoriamente el aspecto.
También, la avena es muy recomendada es por el alto grado antioxidante que tiene. Su aplicación diaria ayuda a detener el deterioro y previene el envejecimiento prematuro de la piel, disminuyendo la aparición de manchas y líneas de expresión.
En cuanto a su efecto emoliente, esta comprobado que ayuda a dilatar los poros y barre todas las impurezas que allí se acumulan como, por ejemplo, el exceso de cebo, evitando así la formación de granos, manchas y los famosos “barritos”.
La avena también actúa como calmante ante manifestaciones de prurito, eczema, sarpullido, reacciones alérgicas y las alteraciones que se generan en las pieles con dermatitis atópica o patologías similares.
Alternativas
En el mercado existen cientos de productos a base de avena, entre los que se destacan los jabones, emulsiones, tónicos, shampoo y diversos protectores para la piel, los cuales son muy efectivos, pero, también puedes crearlos de forma casera.
Receta: el tónico resulta ser muy efectivo, además es refrescante y el mismo se prepara moliendo los copos de avena en una licuadora, agregar agua tibia y mezclar hasta obtener una consistencia cremosa y homogénea, aplicar y retirar con agua. Conservar en la heladera.