Preparar ravioles desde cero puede parecer una tarea desafiante, pero con un poco de paciencia, el resultado vale cada esfuerzo. Esta receta te guiará paso a paso para crear estos pequeños paquetes de sabor en la comodidad de tu cocina.
Disfruta de la satisfacción de crear desde cero estos ravioles caseros que deleitarán tu paladar y sorprenderán a tus invitados. ¡Manos a la obra!
Ingredientes para la masa de los ravioles:
- 2 tazas de harina de trigo
- 3 huevos
- Una pizca de sal
Para el relleno de los ravioles:
- 250 g de ricotta
- 1 taza de espinacas cocidas y escurridas
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1 huevo
- Sal y pimienta al gusto
- Nuez moscada al gusto
Instrucciones:
En un tazón grande, forma un volcán con la harina y agrega los huevos en el centro. Agrega la pizca de sal. Con un tenedor, comienza a mezclar los huevos con la harina hasta que se forme una masa. Amasa la masa durante unos 10 minutos hasta que esté suave y elástica. Cubre con film transparente y deja reposar durante 30 minutos.
Ahora, mientras la masa reposa, mezcla la ricotta, espinacas, queso parmesano y huevo en un tazón. Añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Refrigerar hasta su uso. En este paso divide la masa en porciones más pequeñas. Estira cada porción en láminas finas con un rodillo o una máquina para pasta. Asegúrate de que las láminas sean lo suficientemente delgadas para ser translúcidas.
Relleno y disfrute
- Coloca pequeñas porciones del relleno en la mitad de una lámina de masa, dejando espacio entre cada porción. Dobra la otra mitad de la masa sobre el relleno y presiona alrededor de cada porción para sellar.
- Usa un cortador de ravioles para cortar los ravioles individuales. Cocina los ravioles en agua con sal hirviendo durante 2-3 minutos o hasta que floten en la superficie.
- Escurre los ravioles y sírvelos con tu salsa favorita. Una salsa de tomate fresco o una mantequilla con salvia son opciones clásicas que realzan el sabor de estos ravioles caseros.
Consejo adicional: Si prefieres una masa más delgada, puedes usar una máquina para pasta. Ajusta el grosor según tu preferencia. ¡Buen provecho!