El ejercicio es una parte fundamental de un estilo de vida saludable. La alimentación juega un papel crucial en la optimización del rendimiento físico y la recuperación post entrenamiento. La pregunta de si es mejor comer antes o después de hacer ejercicio ha sido objeto de debate entre expertos en nutrición y deporte.
En el presente artículo explicaremos los beneficios de ambas opciones y cómo pueden influir en tu rutina de ejercicios. Realizar ejercicio con el estómago vacío puede llevar a la fatiga y disminuir la capacidad para completar una sesión de entrenamiento efectiva.
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Los estudios sugieren que la quema de grasas es prácticamente la misma, ya sea que se haga ejercicio en ayunas o después de una comida nutricionalmente adecuada. Sin embargo, aquellos que comen antes de ejercitarse tienden a tener un mejor rendimiento y completar su entrenamiento con éxito.
Es esencial ingerir alimentos que proporcionen la energía necesaria para el organismo. Una ingesta previa ligera y equilibrada, que incluya todos los nutrientes esenciales, es recomendable para poder realizar el ejercicio de manera adecuada.
Expertos en el tema aconsejan ingerir entre 1 y 4 gramos por kilo de peso corporal de carbohidratos de índice glucémico mínimo, como legumbres, vegetales y cereales integrales, de una a cuatro horas antes del entrenamiento.
La comida post entrenamiento es vital para la recuperación. Después de hacer ejercicio, el organismo necesita reponer las reservas de glucógeno y reparar los tejidos musculares. Ingerir una combinación de carbohidratos y proteínas después de entrenar ayuda a estimular la síntesis de proteínas musculares y la reposición de energía.
Consejo
Los expertos recomiendan ingerir estos nutrientes dentro de los 45 minutos posteriores al ejercicio para maximizar la recuperación y preparar el organismo para la próxima sesión de entrenamiento. Alimentos ricos en carbohidratos y proteínas, como batidos de proteínas, yogur con frutas o un sándwich de pavo, son opciones excelentes para después de entrenar.
Tanto la comida pre como la post entrenamiento son importantes. Comer antes del ejercicio proporciona la energía necesaria para un rendimiento óptimo, mientras que comer después ayuda en la recuperación y preparación para futuros entrenamientos. La clave es hallar un equilibrio y elegir alimentos que complementen tus objetivos de entrenamiento y necesidades nutricionales.