Graciela Alfano es una de las actrices más icónicas de la historia del espectáculo argentino. Una de las personas con más historias en su haber que enciclopedia. Su gran experiencia la convirtieron en una voz legitimada para hablar sobre cuestiones vinculadas a su profesión.
Graciela Alfano se animó a una entrevista muy privada. Guido Kazka interrogó sobre temas muy delicados y la famosa se atrevió a hablar sin tapujos sobre sus traumas y conflictos familiares que no ha podido saldar aún.
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En una entrevista sobre su pasado más lejano y su familia, Graciela Alfano dio a conocer un triste recuerdo de su infancia del cual mucho no ha hablado con la prensa. Un recuerdo que hasta el día de hoy le duele muchísimo.
La historia de la niñez de Graciela Alfano es una secuencia de momentos tristes y abrumadores que la alejaron de su madre al punto de enemistarse para siempre. Ella en la entrevista afirma que nunca se han llevado bien, pues la atención que precisaba de ella no la ha obtenido.
Guido Kazka le preguntó sobre las razones que la han llevado a alejarse de su madre para siempre. Ella ha dado luz a un secreto que ha guardado por muchos años y que ha generado una tortura sostenerlo escondiendo la realidad que ha vivido sola.
Gracias al empujón del entrevistador Graciela Alfano pudo contar que su madre sufría serios problemas de dependencias y también severas enfermedades mentales que le hacían desatender a su hija. Ella nunca pudo tener la protección de su madre como lo hubiese querido.
Una infancia en soledad
La madre de Graciela Alfano no supo como acompañar a su hija cuando de niña le confesó que había sufrido hostigamientos desde los 4 hasta los 7 años. La actriz, en su más tierna infancia, no fue escuchada por su madre y por ende fue desatendida su necesidad.
Cuando comenzó a crecer, Graciela Alfano no pudo sanar esa distancia con su madre. Entonces nunca pudo aceptar ninguna ayuda o acompañamiento de su parte.