Wanda Nara, inmersa en numerosos proyectos laborales, lleva una vida en constante movimiento, viajando de un país a otro con frecuencia. Después de su reciente paso por Argentina, ha retornado a Turquía, donde se reúne con su familia.
Wanda Nara, en este inicio de fin de semana, partió junto a su pareja, Mauro Icardi, y su hija menor, Isabella. El destino fue Europa, especialmente Italia.
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Es importante recordar que la pareja posee dos propiedades en la ciudad europea: una en Milán, muy próxima al estadio del Inter, el equipo italiano en el que Mauro solía jugar, y otra en el encantador Lago Di Como. A pesar de las diversas mudanzas, nunca se han desprendido de estas residencias, ya que Wanda siempre las ha considerado como su refugio en el mundo.
Tras regresar después de seis meses sin visitar sus hogares en Turquía, Wanda no pudo evitar presumir su impresionante colección de autos de lujo. Sin embargo, sufrió un pequeño contratiempo con uno de ellos, que quedó capturado en video.
Con una nota de humor, la empresaria compartió en redes sociales el momento, comentando: "Cuando te reencuentras con tus juguetes". La pareja cuenta con una colección de autos de lujo.
Wanda Nara exhibió orgullosamente su impresionante colección de automóviles de lujo, incluyendo una Lamborghini, una Ferrari y un Rolls-Royce Ghost, entre otros ejemplares. Sin embargo, decidió optar por dar un paseo en el Bentley Bentayga, que lamentablemente le jugó una mala pasada debido al prolongado periodo sin uso, lo que resultó en la descarga de la batería y la dejó varada apenas comenzando el recorrido.
Cómo solucionó el conflicto Mauro
Ante esta situación, Mauro Icardi intervino de manera decidida para resolver el inconveniente. Demostrando su habilidad y conocimiento mecánico, el futbolista se puso manos a la obra y logró solucionar el problema. Ante su oportuna intervención, Wanda Nara no escatimó en elogios hacia su pareja, destacando su versatilidad y capacidad para resolver contratiempos.
Se evidencia que Mauro estaba preparado para este escenario eventual, ya que tenía a mano un cargador para baterías. Tras conectarlo correctamente, Wanda pudo arrancar el vehículo sin mayor inconveniente, permitiendo que el paseo pudiera continuar sin contratiempos adicionales.