Luciana Salazar y Martín Redrado supieron ser de las parejas más estables de los medios. Fueron muchos los años que estuvieron juntos y la mayoría llegó a pensar que eran una de las más consolidadas., sin embargo, como es común en la farándula argentina, el romance llegó a su fin.
Luciana Salazar y Martín Redrado decidieron seguir por caminos separados, pero las cosas no terminaron tan bien como se creyó. La llegada de Matilda y las obligaciones por las que el economista se responsabilizó, dieron inicio a una pelea mediática judicial que parece no tener fin.
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Es de público conocimiento que todo comenzó cuando Redrado dejó de pagar la cuota alimentaria a la pequeña Matilda y, desde ese entonces, se creyó que los vínculos entre ellos se cortaron por completo. No obstante, hace unos días, la blonda develó lo que nadie esperaba.
“En realidad él nunca se alejó. Yo me cansé de que la venga a ver a escondidas de su novia y le pedí que no aparezca más, porque no me gustaba el mensaje que transmitía a mi hija”, comenzó expresando Luli, quien mandó al frente a Martín en medio de su enojo.
Obviamente, la modelo decidió guardar silencio todos estos años para no perjudicar el romance del economista con su actual pareja, pero todo tiene un límite: “No podían salir a tomar un helado o ir a la plaza. ¿Por qué no podía decirle a ella que venía a visitar a Matilda?”.
“Todos los reencuentros eran entre las cuatro paredes de mi casa y no me gustaba”.
“Un día me cansé y se lo dije, si no podés contarle a tu novia que venís a casa, no veas más a Matilda”, confesaba la actriz, quien también aseguró que es Martín quien no está dispuesto a soltar lo que alguna vez tuvieron, pues tal y como se dijo en muchas ocasiones, pareciera tener una obsesión con ella.
Iguales
“¿Sabés la cantidad de veces que tuve que colocarle un límite porque él me avanzaba”?, develaba Luciana Salazar. Al parecer, Martín Redrado aún no ha podido olvidar a su ex, cosa que se ha visto evidenciada en algunas similitudes entre la actual y la blonda.
Lo que ha llamado la atención de varios medios, es la cantidad de “coincidencias” que hay entre Luciana y la nueva pareja del economista, desde vestidos, gestos, joyas y muchas cosas más, que no hacen más que sonar las alarmas de alerta.