Las mascotas requieren mucho más que alimentación y atención por parte de sus propietarios, siendo el baño una de las actividades determinantes para mantener su salud e higiene. Pocos conocen la verdad acerca de la frecuencia con la que los perros deben ser aseados, por lo que es importante tener esto en cuenta.
Las mascotas tienen un ritmo de vida distinto, lo que hará que la frecuencia de baño sea diferente para cada una. Algunos perros son mucho más activos que otros, mientras que otros tienen el pelaje mucho más prolongado que sus pares. Además, se consideran otros factores como el ambiente, si viven fuera o dentro de las casas, etc.
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En general, se recomienda bañar a los perros cada 2 a 3 meses, pero esta pauta puede ajustarse según las necesidades específicas de cada mascota. Razas con pelaje corto o que pasan mucho tiempo en interiores pueden requerir menos baños que aquellas con pelaje prolongado o que son más propensas a ensuciarse.
Las razas de perros con piel seca o condiciones dermatológicas pueden necesitar menos baños para no eliminar los aceites naturales de su piel. Las mascotas más activas que pasan mucho tiempo al aire libre pueden necesitar baños más frecuentes para eliminar la suciedad y los olores.
Es esencial observar las señales individuales de cada perro, como el olor, la suciedad visible, el picor o la presencia de pulgas. Si el perro tiene un olor desagradable o su pelaje está manchado, es posible que necesite un baño más frecuente. Sin embargo, es importante no exagerar, ya que bañar a los perros con demasiada frecuencia puede eliminar los aceites naturales de su piel, causando sequedad y posibles problemas dermatológicos.
Dependerá, entonces de las condiciones de vida de cada mascota la que determine la frecuencia con la que deba asearlos. Todo cuidado nunca es menor y debe ser tenido en cuenta, así como las inspecciones visuales en cada caso particular para mantener la salud de nuestros amiguitos.
Consejos extra
Durante la temporada de verano, muchas mascotas tienden a refrescarse acostándose en los sitios más frescos de la casa o el exterior. Con frecuencia se los puede ver divirtiéndose con los reservorios de agua o en piletas que son exclusivamente para ellos. Esto indica que estarán en contacto con mayor suciedad.
Ante las evidencias de manchas, hojas sin vida, ramas o tierra, es necesario darles un baño, pero no permitir que salgan al exterior para revolcarse en el pasto o tierra. Hay que secarlos apropiadamente y permitirles descansar todo lo que quieran, pues el agua los relajará.