Evangelina Anderson es una de las modelos más queridas de nuestro país, pese a que vivió más de 15 años en el exterior. Su regreso a Argentina ha marcado un antes y un después en su vida, sobre todo por el cariño que ha recibido por parte de sus fanáticos y sus amistades.
Evangelina Anderson ha retomado su vida dentro de los medios de comunicación. Actualmente está trabajando en televisión y ocasionalmente se realiza presencias en eventos, siempre y cuando la actividad se adapte a sus valores y modo de vida.
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Tras vivir momentos excelentes dentro de “Los 8 Escalones del Millón”, la marca internacional “Pandora” pensó en ella como representantes de la belleza femenina, por lo que fue invitada a formar parte del viaje especial que se realizó a Río de Janeiro, Brasil.
El objetivo de esta aventura es que la modelo viva la experiencia “Pandora in Río”, conocer el proceso que lleva cada accesorio de la nueva colección y también que pase un cálido momento en compañía de grandes estrellas a nivel internacional, todos concentrados en un mismo evento.
A través de su cuenta personal de Instagram compartió algunas imágenes de los eventos a los que tuvo la posibilidad de asistir, entre ellos el que más se ha destacado es el carnaval que se vive en las calles de Río, por lo que ella se dejó ver muy feliz y emocionada de estar en el lugar.
“Carnaval en Río, maravilloso. Feliz de la vida, de poder trabajar y vivir esta experiencia inolvidable”.
Para poder formar parte de la noche de carnaval, Evangelina Anderson eligió con look muy particular, siguiendo la línea que pide la marca, eligió un body en color rosa con detalles de brillos y a este lo combinó con un jeans azul y algunos accesorios de la marca en color plata.
Su enemistad con Wanda Nara
Evangelina Anderson habló con la prensa respecto a la enemistad que la ha distanciado de Wanda Nara durante muchos años, es que de joven solían trabajar juntas, pero al tiempo ambas se dejaron ver molesta con la otra y ese vínculo conoció un punto final, al menos hasta hace algunos meses.
Tras el regreso de los hijos de las modelos a Argentina, los dos niños mayores se ficharon en las inferiores de River Plate, por lo que se volvieron muy buenos amigos y desde aquel entonces ambas decidieron dejar atrás las peleas y volver a encarar la vida desde una perspectiva más madura.