El Skincare es una gran opción para cuidar la piel evitando así toda clase de problemas derivados de, por ejemplo, la acción del sol, al humo en la calle y el envejecimiento casi prematuro de la misma. Sin embargo, hay algunas complicaciones a la salud que tienen que tenerse en cuenta, especialmente, cuando se usa en pequeños.
El Skincare puede ayudar en muchos aspectos a verse cada vez mejor, pero existe en el mundo una controversia en torno a la edad a la que debe emplearse. Algunos consideran que mientras antes mejor, pero son muchos más los que se decantan por no emplear esta actividad en los más chicos, por los problemas a la salud que podría acarrear.
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El uso indebido de productos químicos fuertes presentes en algunos productos puede causar irritación en la piel de las pequeñas, que a menudo tiene una piel más delicada y sensible. Esto puede manifestarse en enrojecimiento, sequedad y, en casos más extremos, reacciones alérgicas.
Algunos estudios sugieren que ciertos ingredientes presentes en productos de cuidado de la piel podrían tener efectos adversos en el sistema endocrino y hormonal de las jóvenes, afectando su desarrollo normal. Es importante ser consciente de los ingredientes y optar por productos diseñados específicamente para la piel infantil cuando sea necesario.
El uso excesivo de productos de cuidado de la piel podría contribuir a la formación de hábitos poco saludables y generar una percepción distorsionada de la belleza desde una edad temprana. Las pequeñas podrían comenzar a depender en exceso de estos productos para mantener una imagen percibida como aceptable.
En algunos casos, la aplicación inadecuada de productos de cuidado de la piel, como la falta de retirarlos adecuadamente antes de dormir, podría llevar a problemas más graves, como la obstrucción de los poros y la aparición de problemas dermatológicos como el acné.
Otros problemas
El Skincare a edades muy tempranas hace énfasis en la apariencia física, lo que puede traer complicaciones psicológicas. Se crea una presión para cumplir con los estándares de belleza establecidos por la sociedad y los medios de comunicación. Esto puede resultar en una pérdida de autoestima y problemas de imagen distorsionada.
Se debe considerar todas las implicaciones antes de comenzar a emplear productos para el cuidado de la piel, ya que se podría estar atentando contra la salud física y mental de quien lo recibe. No son pocos los casos en los que padres desinteresados por los aspectos mentales se han decantado por prolongar la belleza de sus hijos a costa de su salud.