Soledad Pastorutti, más conocida como La Sole, es una cantante de folklore, pop y otros géneros musicales. Su carrera comenzó en 1996, cuando se presentó junto a su hermana Natalia en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín y se consagró como develación del festival.
Soledad Pastorutti, desde ese momento, empezó a grabar discos y a realizar giras por todo el país y el exterior, convirtiéndose en una de las artistas más exitosas y populares de Argentina. Aunque siempre contó con el apoyo y la participación de su hermana Natalia en sus shows, se destacó como solista desde el principio de su ascenso a la fama.
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Su primer álbum oficial, Poncho al viento, fue editado en 1996 por Sony Music y vendió más de 800 mil unidades en poco tiempo. Su segundo álbum, La Sole, también fue un éxito de ventas y le valió el reconocimiento de Disco de Diamante, que solo han recibido pocos artistas en el mundo.
Pese a la buena repercusión que tenían sus canciones, la santafesina no se percibía a gusto con lo que hacía y decidió darle una vuelta al timón, lo cual significó una interna con las personas que la manejaban y producían sus canciones. “La bisagra fue cuando cumplí 10 años de carrera y grabé Brindis”, confesó.
“Me la regaló Afo Verde. Estábamos en el estudio, él era el productor de ese disco y me dice: Mirá, escribí una canción con todo lo que me contaste que te pasó en estos 10 años. Cuando la leí me encantó, me emocioné”, recordó Soledad sobre qué fue lo que le hizo cambiar.
“Yo tenía 25 años y grabé una canción que hablaba de cosas muy profundas y que hoy identifica mucho más a la gente que tiene más edad. Vos escuchabas antes a la gente grande que te decía: No sabés todo lo que te falta por vivir, y decías: Uh, qué pesado”, manifestó la artista sobre cómo veía las cosas en ese momento.
Cambios
“Y realmente tenían razón. Ahora que yo pasé la barrera de los 40, entendí perfecto a qué se referían. Me siento mucho más plantada y agradecida con esa Sole que dijo: Yo quiero seguir esto, pero tomando las decisiones. Si me equivoco, me equivoco yo”, afirmó Soledad Pastorutti.
“No es que lo hacés con consciencia. Te das cuenta, a medida que transcurre, que es mucho más cómodo ser uno mismo. Yo lidié durante muchos años con gente que me decía: capaz que no te valoran tanto por ser una artista popular y por estar tan cercana”, completó.