Los ejercicios son una excelente actividad para estar en forma, pero también pueden servir para aliviar ciertas molestias causadas por algunas afecciones como dolores en el nervio ciático. Estas molestias pueden ser causadas por múltiples factores que alteran el normal desarrollo de la vida.
Los ejercicios para aliviar dolores del nervio ciático son bastante sencillos, siempre y cuando se realicen de manera consciente y razonable. Por otro lado, hay que tener expectativas controladas acerca de lo que pueden hacer estas actividades y consultar a profesionales, para mayores y mejores resultados.
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El nervio ciático se halla en la parte posterior de las extremidades, pero en ocasiones presenta un dolor extremo a causa de una hernia de disco o algún hueso que causa una presión sobre el mismo. La presión causa inflamación, dolor de agudo a grave y hasta entumecimientos de la extremidad afectada.
Un ejercicio sencillo para aliviar el dolor es adoptar una ubicación de sentado y realizar un estiramiento de la extremidad dolorida levantándola hasta la cintura y a la vez que se levanta la punta del pie. Esto colaborará para estirar el nervio de manera que se desinflame en la zona afectada.
Otro ejercicio se realiza de forma inversa, ubicándose en postura de sentado, se estira la extremidad afectada, pero esta vez se desciende la punta del pie, mientras que la cabeza acompaña el movimiento de descenso. Se vuelve a levantar el pie con movimiento de cabeza para mayor comodidad.
Finalmente, en ubicación vertical se coloca la extremidad dolorida a la altura de la rodilla y se procede a estirar la punta del pie hacia adelante y atrás de forma repetida. Esto podría aliviar las molestias, pero si el dolor persiste, se recomienda acudir a un especialista médico.
Ejercicios y cuidados
Los ejercicios son efectivos no solamente para mantener el tono muscular, sino también para aliviar los estados de estrés y ansiedad. Sin embargo, es preciso mencionar que los resultados no se verán en lo inmediato, sino que hay que tener expectativas razonables al respecto.
Por otro lado, llevar adelante rutinas para las que no se está físicamente preparado puede resultar en lesiones, algunas más graves que otras. Ser consciente de los riesgos es una cuestión de respeto hacia uno mismo, pero también hacia la actividad en general.