Wanda Nara se presentó, de manera online, al nuevo programa de streaming de su hermana, Zaira Nara, “Rumis”. Allí causó un gran revuelo, pues estuvo muy dispuesta a ventilar todo lo vinculado a su vida privada con Mauro Icardi, sobre todo los principios de su escandaloso romance.
Wanda Nara estuvo anteriormente casada con Maxi López, quien casualmente era amigo de Mauro Icardi. Una historia muy conocida por estos días y de la cual nació la famosa palabra “icardeada”, que se volvió muy popular y no ha dejado de ser utilizada, a pesar del tiempo que ha transcurrido.
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Como era de esperarse, Zaira no iba a dejar que la empresaria tuviera una entrevista ligera, después de las preguntas que habían respondido invitados anteriores. Entonces, la entrevista comenzó con el relato de la historia de Wanda y Mauro, cuando este era considerado un “pirata”.
"Lo que me empezó a gustar es que él me tiraba frases que me dejaban pensando".
“Éramos muy amigos, él me contaba con quién salía, yo le decía que estaba separada. Lo que me empezó a gustar es que él me tiraba frases que me dejaban pensando, era muy Rolón, muy moderno”, confesaba la conductora, quien por esa fecha ya tenía sentimientos hallados por el futbolista.
Sin embargo, Wanda agrego un detalle no menor, que podría haber cambiado la historia que hoy todos conocemos: “Éramos muy amigos, pero había como una onda en el aire, yo no sabía si era yo sola o era de los dos o iba a ser una más porque él se estaba (mandando) a media Europa en aquel entonces”.
"Él se estaba (mandando) a media Europa en aquel entonces”.
“Él me contaba que tenía cuatro celulares porque dividía a las damas por continentes, una locura. Nosotros éramos amigos, pero yo ya empecé a operar”, develaba la cantante, quien contó con lujo de detalles lo que hizo con uno de los cuatro teléfonos que poseía Icardi en ese entonces.
Perdido
“Una vez lo invito a un barco que éramos varios, que es la famosa foto donde estamos todos ahí. Y en un momento, Mauro me dejó su teléfono y se fue a buscar un parlante. Él en ese entonces tenía dos teléfonos”, continuaba relatando Wanda Nara, su interesante historia.
“Miré para un lado, miré para el otro y se lo tiré al agua. A las 18 empieza a levantar todas las colchonetas del barco y a buscar el teléfono. Yo buscaba también, más que nadie. Pero el teléfono desapareció”, cerraba la artista, muy divertida.