La vida mediática de Mauro Icardi y Wanda Nara es por todos conocida como una de las más polémicas que vivió, no solo el ambiente deportivo, sino el artístico y televisivo. Son una de las parejas más famosas del mundo y siguen generando polémica, aun cuando no están en el país.
Mauro Icardi supo ser uno de los baluartes de la selección argentina, sin embargo, su paso por la celeste y blanca nunca fue determinante. Luego de su salida del PSG, Turquía lo adoptó como un referente futbolístico y con él, a Wanda Nara y su familia.
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Actualmente, los famosos son considerados mega estrellas en Estambul y, particularmente, en Galatasaray, organización deportiva en la que se desempeña el delantero. Sin embargo, mientras la conductora cumplía sus responsabilidades en Argentina, él lo hacía en su club.
El exselección lleva una racha de victorias y goles bastante prometedora, pues en 33 partidos ya convirtió 30 goles. Miles de ciberusuarios adjudicaron este fantástico desempeño a su período lejos de la modelo, lo que lo ayudaría a centrarse en marcar tantos.
Lejos de los problemas mediáticos que remecieron los pilares de su vida, parecer ser que el joven vive su mejor momento familiar y deportivo, debido a que tiene el mejor promedio de goles de su carrera a sus 30 años de vida, lo cual sorprende a todos.
No solamente generó gran revuelo con sus supuestos amoríos, sino que ahora se cuestiona a la selección argentina por no convocarlo. Indudablemente, el ex PSG atraviesa un período de gran visibilidad y que seguramente lo coronará como de las estrellas más resonantes del cielo turco.
La jornada familiar
A pesar de la gran cantidad de cosas que se dicen sobre su vid personal, Mauro Icardi vive lo mejor del amor junto a Wanda Nara y hace algunas horas difundió una serie de registros en su casa de Italia en la que se puede ver a toda su familia celebrando y muy felices.
Lejos quedaron los trascendidos que marcaban una ruptura definitiva con la modelo y los rumores de que estarían juntos solamente por el bien mediático de ambos. La felicidad con la que pasan sus días es una evidencia clara de que las cosas no marcharían mal para ambos.