“Muy posiblemente, si usted toma medicamentos, alguna vez se los (colocó) directamente en la mano y se los tomó. Tomó el agua y ya creyó que estaba todo bien. Pero si se acerca, va a ver que quedó uno de los medicamentos entre los dedos de la mano”, comenzó diciendo Alberto Cormillot.
“También le puede haber pasado que le han recetado una medicación que tiene que tomar medio comprimido. Entonces, usted lo parte con la ilusión de que el medio comprimido va a quedar de esta manera, igual. Sin embargo, no queda de esta manera siempre”, remarcó Alberto Cormillot.
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En base a los errores que se comenten, mencionó: “A veces, puede quedar el 60 por ciento de un lado, o el 65, y el otro 35 del otro lado. Y no es lo mismo, porque si le dijeron tome 100 miligramos de esto, o 50, bueno, son 100 o son 50. Por algo tiene la dosis, si no después no se sabe qué está tomando”.
“Usted puede decir: Bueno, pero eso es un detalle. Una vez yo escuché una anécdota que no sé si es cierta o no, pero le preguntaron a un especialista: por qué los japoneses superaron a los norteamericanos en la industria después de la IIGM”, comentó.
“Entonces los japoneses dijeron “hacemos exactamente lo mismo que los norteamericanos en el 99 por ciento. Solo nos diferenciamos en el uno por ciento, que son los detalles. La excelencia está en los detalles”, completó Alberto Cormillot para ejemplificar por qué las cosas se deben hacer bien.
“Recuerde, cinco de cada 10 personas que tienen más de 70 años, están tomando más de cinco medicamentos. Y siete de cada 10 personas que tienen más de 60 o 70 años, están tomando más de ocho o 10 medicamentos”, dijo en una anterior oportunidad sobre la interacción de los medicamentos.
Fuente: Infobae
Graves problemas
“Sin importar si están bien prescritos o no, es importante centrarnos en la interacción entre esos medicamentos. Algunos son de venta libre, otros son prescritos, pero, en general, después de que pasan los años, las personas tenemos más de un médico”, reconoció Alberto Cormillot.
“Si uno no le lleva la lista, el médico no sabe cuáles son los otros remedios que toma y le puede prescribir algo que esté perfecto, pero que no interactúe bien con el otro. Ahí pueden aparecer mareos, desmayos, problemas con la coagulación o distintos tipos de problemas que son los resultados de lo que se llama polimedicación o polifarmacia”, completó.