En una reciente entrevista con Infobae, Guido Kaczka se definió como un gran entretenedor. “Soy un, sí, es una manera de decirlo. Son muchos años haciendo programas. Recién decías vos: no quiere aparecer cámara o quiere tal cosa”, destacó en el mano a mano con María Laura Santillán
“Al estar al servicio de esos programas quiero cumplir lo mejor posible la función que me toca. Le doy mucha bolilla a entender que en los proyectos somos una parte de un organismo que nos trasciende. Incluso al conductor”, sostuvo Guido Kaczka.
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En la nota, Guido mencionó que el programa es más trascendente que el conductor, pese a que los gerentes de programación opinen lo contrario. “A Suar le gusta más y entiende toda esta idea. Pablo a veces me ha dicho: dale, un poco más, aparece un poco más”, contó.
“Pero cuando las cosas funcionan uno las puede defender mejor”, agregó el animador de “Los ocho escalones del millón”. Además, le confirmó a María Laura Santillán que es un obsesivo con todos los detalles del programa. Sí, su mirada desde adentro cambia la perspectiva.
“Sí. Cuando me vas a ver al piso yo hago señas, le habló al director por los previos. Voy de algún modo editando y seleccionando qué es lo que vamos a hacer durante el programa. Lo que la gente mira cada vez más me parece es un cuento, un programa, algo que le gusta, y no tanto a Guido o personas”, destacó
“Nuestro trabajo, y a vos no te puedo mentir porque además nos conocemos, nos lleva las 24 horas del día porque nos apasiona, porque nos gusta saber, nos gusta pensar en esto. Es nuestro hobby. Entonces uno lo anda haciendo todo el día, aunque no esté en la productora”, aseguró.
Todo el tiempo
Guido Kaczka aseguró que está las 24 horas del día pendiente de las cosas que suceden en la productora. “En alguna cena me he puesto el teléfono en la falda para ver cómo funcionaba determinada cosa. Sigo comiendo y un poquito he relojeado para ver alguna cosa”, dijo.
“En algún momento era más complicado. Yo en un momento hacía radio muy temprano y grababa dos programas. A la mañana la radio, después iba a grabar un programa que salía a la tarde, me iba a dormir la siesta a un hotel muy cercano al Trece y después grababa Escalones. Llegaba muy tarde a casa y me iba a las cinco de la mañana de nuevo a la radio”, aclaró.