En cuatro meses todo estaremos en enero intentando que ropa colocarnos para tapar aquellos rollitos que no se pudieron eliminar durante el año. De cara a esto, una buena cantidad de personas han decidido hacer un cambio hace algunas semanas. Pero, en el medio aparece un problema, del cual Estefanía Pasquini nos cuenta.
¿La meta? Perder peso. Has avanzado rápido hasta el día de hoy. Has eliminado la comida rápida, has renovado tu dieta y te has comprometido con una rutina de ejercicios. Pero los números en la balanza no han cambiado en absoluto. ¿Qué está sucediendo? para Estefanía Pasquini.
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Durante los primeros meses, si has comenzado, en mayo, has visto mermar muchos kilos, pero en las últimas semanas no ha sucedido lo mismo. Definitivamente fue desalentador no ver que esos números disminuyeron constantemente a pesar de percibir que estaba sacrificando todo.
Tanto es así que uno llega a verse menos motivado con la persecución, casi con ganas de tirar la toalla. ¿Qué sentido tenía dedicar horas de fuerte trabajo varias veces a la semana si no tenía en que reflejarse? Ahora la falta de resultados sumado al desánimo y la frustración están jugando una carta.
Sabiendo que comer demasiadas calorías probablemente genera un aumento de peso no anhelado, puede parecer una buena idea reducirlo, pero debería pensarlo de nuevo. Las dietas muy pocas en calorías pueden generar una rápida pérdida de peso inicial, pero tiene consecuencias.
Cuando el hambre, el aburrimiento o las circunstancias de la vida se interponen en el camino, estos planes poco realistas pueden volverse demasiado difíciles de cumplir. Restringir todos los alimentos de la noche a la mañana no es una buena idea y Estefanía Pasquini nos aclara esto.
Error
Los alimentos que pueden necesitar ser limitados cuando uno está tratando de perder algunos kilos no es lo mismo que evitarlos por completo. Esto incluye etiquetar tus caprichos favoritos como prohibidos. En lugar de eliminarlos, deberías fraccionarlos.
“¿Porque no puedo (mermar) más? ¿Será que así está bien? ¿Vale la pena lo que tengo que resignar por (mermar) más? ¿Vale la pena si así ya estoy saludable?”, dice Estefanía Pasquini a modo de introducción sobre que podría estar generando el atascamiento.