Moria Casán está a días de estrenar un podcast en donde contará muchos aspectos de su vida. En él realizó una gran revisión de su historia personal y profesional. En una entrevista con Infobae, contó uno de los momentos que más la impactó y cómo supo sobrellevarlo.
“Me quedo con la primera vez que decidí no sufrir. Primero, cuando me saqué los celos de mi papá y mi mamá hamacándome como ocho horas. Decidí no ser más celosa. Gran cosa, porque sufría mucho. No quería que ellos durmieran juntos”, contó Moria Casán.
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“Un día en el campo de mis abuelos me hamaqué, me hamaqué, me hamaqué, dije: No voy a (percibir) más celos, y pude. Tendría nueve años, imagináte la cabeza esa hamacándome”, recordó la diva sobre una de sus etapas más decisivas, marcada por un hecho atroz.
Sobre los celos dijo: “A nivel de que no dormía en una cama nunca hasta después de que me saqué los celos. Yo dormía en un sillón en el living de mi casa para no dormir en el cuarto porque no quería que mi papá y mi madre durmieran juntos”.
Eso celos tienen un origen desagradable. “Supongo que debe venir de lo que viví. Lo pienso ahora que lo hablo con vos. Yo sufrí un hecho por parte de un abuelo mío y fue el primer hombre que conocí a nivel de ver un hombre y sus partes”, remarcó Moria Casán.
“Entonces no quería que mi madre y mi padre estuvieran durmiendo porque se ve que había algo ahí. No sé si era el horror porque yo (percibía) asco. Pero no lo podía categorizar en el horror. (Percibí) que me había pasado algo que no era natural, que había sentido goce y había sentido asco”, agregó.
Inocencia
“Sí, tendría ocho años más o menos. No sé si lo pude sanar, creo que sí. En cuanto a seguir y no instalarme en el sufrimiento, no lo sé. Pero en algunas conductas repetitivas que he tenido con cierta toxicidad espiritual, cuando uno repite algunas conductas que no son demasiado buenas para vos, tal vez es porque no pudiste sanar algo”, destacó.
“Tampoco lo quiero averiguar porque tal vez estuvo acompañándome el dolor, pero no me instalé en el sufrimiento. Además, elegí siempre estar bien y soy sana. Si no lo hubiera soltado me hubiera envenenado; el pensamiento tóxico te envenena”, completó Moria Casán sobre lo que vivió.