Soledad Pastorutti concedió una extensa entrevista donde, fiel a su estilo, habló de todo, incluyendo algo que nadie sabía sobre su familia.
La cantante fue muy sincera sobre su rol de madre con dos hijas a cargo. Soledad Pastorutti declaró: "Mirá, no exactamente mis pasos, pero si les gusta el arte las voy a apoyar".
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Y afirmó: "Yo creo que el arte, más allá de si se convierte en una profesión o medio de vida, tiene que estar presente en las casas de toda la gente, porque el arte salva. Si no es el arte es el deporte".
La diva se emocionó al recordar lo que su papá hizo por ella: "Eso le voy a agradecer toda la vida a mi viejo porque además de la escuela, yo iba a la escuela pública".
La cantante remarcó: "Teníamos un solo turno, me hizo elegir una actividad deportiva y una (vinculada) al arte. Siempre me alentó y me fue muy bien, el deporte me encanta".
Soledad Pastorutti develó que su hija quisiera seguir sus pasos profesionales como artista y ya se está preparando: "Regina toca el piano y canta, y yo le digo que hay que romper la barrera de la vergüenza y del yo esto no. Hay gente que cree que este laburo es facilísimo y no, no siempre elegís qué hacer".
Su vida en Arequito
La cantante declaró: "A todos les parece raro y hay quienes no me creen que vivo en Arequito. Viví casi dos años en Buenos Aires en la semana, y los fines de semana volvía al pueblo. Como los estudiantes. Nos casamos sin tener nuestra casa terminada y, al principio, vivimos en la casa de mis viejos. La libertad y la vida de pareja la teníamos más en Buenos Aires".
Y agregó: "En Arequito comemos todos juntos en un quincho familiar. Lavamos los platos y acomodamos entre todos, y después cada uno se va a su casa. A la noche también cenamos todos ahí: mi hermana es la que menos va porque le gusta acostarse temprano. En el pueblo tengo una vida tranquila. Mis amigas son las de siempre".