El turrón alemán es un clásico que aprovechamos desde la infancia, por ese motivo, te damos la receta para que puedas prepararlo de manera rápida y fácil en tu casa.
Los ingredientes para nuestra receta de turrón alemán son los siguientes: 500 gr de Avena; 1 paquete de galletitas de agua; 2 cdas de Azúcar; 625 ml de Leche Entera; 2 cdas de Dulce de Leche; 50 gr Cacao en Polvo; y 1 cdita de Canela en Polvo.
Te podría interesar
Primer paso: Colocamos en una olla, a temperatura media, 125 cc de la leche, el cacao, la avena, el azúcar y las cucharadas de dulce de leche. Mezclamos hasta que se cocine la avena, lo que tardará 10 minutos.
Segundo paso: Apagamos y sumamos la canela y el ingrediente extra que elijamos (por ejemplo, frutos secos o coco). En otra olla, colocamos el resto de la leche y la llevamos a la hornalla hasta que hierva. En ese punto, la retiramos y la dejamos enfriar en otro recipiente.
Tercer paso: Lo siguiente es escoger un molde para el turrón. Allí pondremos una fina capa de la preparación con avena para la base. Vamos remojando las galletitas de agua en la leche tibia y luego las colocamos en filas sobre la avena. Es importante que la galletita no pierda su textura crocante, por ese motivo, su paso por la leche debe ser lo más rápido posible.
Cuarto paso: Luego de terminada la primera capa de galletitas colocamos la preparación de avena, sobre esta otra vez ponemos galletitas, y así sucesivamente, hasta rellenar bien el molde. Es muy importante que la última capa sea de avena. Llevamos el resultado a la heladera una hora para que esté firme, ¡y lista la receta!
El origen del turrón
Una historia asegura que es una creación de Jijona, en España. La leyenda popular dice: "Por aquellos tiempos, el Rey contrajo matrimonio con una princesa escandinava, por lo cual ésta tuvo que venir a estas tierras dejando atrás su frío país de origen. La princesa se (percibió) muy triste al no poder (aprovechar) de los bellos paisajes de su país llenos de nieves perpetuas".
Y agrega: "El rey, desesperado por ver a la nueva reina decaída, para evitar su tristeza, tuvo la idea de plantar por todos sus territorios, alrededor del castillo, miles de almendros. De este modo, cuando los almendros florecieron, sembraron el paisaje de tonalidades blancas, de tal modo que todo parecía nevado, y la princesa volvió a recuperar su felicidad. Los habitantes de Jijona, a partir de ese momento, aprendieron a recoger los frutos de los almendros y a tratarlos, elaborando así las primeras (recetas) de turrón y derivados".