Es poco habitual ver a Abel Pintos hablar de sus padres en las redes sociales. Las pocas veces que lo hizo solo se detuvo a mencionar a su madre, Susana Marini, pero de Raúl Pintos ni un pequeño rastro. Es que el vínculo con su padre vino maltrecho desde un primer momento.
“Papá es un hombre acostumbrado a hacerse en la calle. Cuando no de camionero, de comerciante, de vender puerta a puerta, en el mundo de los seguros y hasta en un corralón. Es un tipo que anduvo, que pateó hasta el día de hoy”, mencionó Abel Pintos hace un tiempo a Infobae.
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“La gente que vive así se acostumbra a no registrar los malestares. Fortalecen espíritu y personalidad frente al dolor. Entonces, cuando se dio cuenta que estaba enfermo, ya era tarde para tomar medidas más drásticas que, en algún otro momento, hubiesen ayudado más”, contó.
Sí, el padre del artista sufre en estos momentos los achaques de la vida. “Quien hoy, después de haber andado tanto, pelea por su salud”, contó y agregó. “Ya de muy grande se enteró de una afección en los riñones y empezó la diálisis. Es algo que debía haberle infligido mucho dolor. Un dolor que no (percibió)”.
Si bien, el bahiense asegura que el vínculo con su padre jamás llegó a romperse, nunca estuvo del todo derecho. “Asumir errores, situaciones o responsabilidades, a veces lleva mucho tiempo de ambas partes”, destaca Abel sobre algún recelo que guarda de la niñez y juventud.
“Mi viejo pasó mucho tiempo fuera de casa. Y hubo ciertas ausencias. Luego entendí que muchas de ellas, en realidad, eran distancias. Pero, en fin, otras tantas efectivamente fueron ausencias”, reconoce Abel sobre la falta de Raúl en la casa que nació junto a sus dos hermanos.
Compañeros de trabajo
“Si bien me (percibí) muy bien cuidado por él y por mi madre, no dejó de ser para mí un vínculo laboral durante muchos años. Un vínculo que logré entender tiempo después, cuando terminó, y ellos volvieron a ser exclusivamente mis padres”, dijo Abel Pintos sobre Raúl, quien fue uno de los primeros músicos de su banda.
“Empecé así a preguntarme cómo me percibían en aquellos momentos. Hasta dónde ellos veían en mí a un hijo, a un compañero de trabajo o a un negocio. Además, en medio de todo ese contexto laboral, también el dinero se hace un tema. Y cuando uno toma posición frente a la plata, se crece”, destacó.