La tarta de ricota es un postre clásico que combina la suavidad de la ricota con una base crujiente de masa. En esta receta, te compartiremos cómo preparar la mejor tarta de ricota que maravillará a tus invitados.
Para la base de la tarta de ricota, necesitarás 200 gramos de harina, 100 gramos de mantequilla fría cortada en cubos pequeños, 50 gramos de azúcar y una pizca de sal. Mezcla estos ingredientes en un bol hasta obtener una masa arenosa y luego agrega un huevo para unirlos. Amasa ligeramente, envuelve en papel film y refrigera durante 30 minutos.
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Una vez que la masa ha reposado en el refrigerador, estírala con un rodillo sobre una superficie enharinada hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro. Forra un molde para tarta previamente engrasado con la masa y recorta los bordes sobrantes. Pincha la base con un tenedor y hornéala durante 10 minutos a 180 grados Celsius.
El relleno de la tarta de ricota requiere 500 gramos de ricota, 200 gramos de azúcar, 3 huevos, ralladura de limón, una cucharadita de extracto de vainilla y una cucharada de harina. Mezcla todos estos ingredientes en un bol hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos.
Vierte la mezcla de ricota sobre la base de la tarta precocida y extiéndela de manera uniforme. Asegúrate de que no queden burbujas de aire atrapadas en la superficie. Luego, coloca la tarta en el horno precalentado a 180 grados y hornéala durante aproximadamente 40 o 45 minutos, o hasta que el relleno esté firme y ligeramente dorado.
Una vez que la tarta de ricota esté lista, retírala del horno y déjala enfriar completamente antes de desmoldarla. Puedes decorarla con azúcar glas espolvoreada por encima o con frutas frescas, como fresas o moras, para darle un toque colorido y fresco.
Servir y aprovechar
Una vez que la tarta de ricota haya enfriado por completo y esté desmoldada, estará lista para servir. Puedes aprovecharla como postre después de una comida o como un delicioso bocado para acompañar una taza de té o café.
Con esta receta, podrás preparar una tarta de ricota irresistible, con una base crujiente y un relleno suave y sabroso. Sorprende a tus seres queridos con este clásico de la repostería y aprovecha de un dulce momento lleno de sabor y satisfacción. ¡Buen provecho!