A través de sus redes sociales, en donde posee más de ciento cincuenta mil seguidores, Estefanía Pasquini escribió tiernas palabras dedicadas a Alberto Cormillot, su esposo, quien el domingo estuvo festejando, al igual que muchos hombres del país, el Día del Padre.
Como no podía ser de otra manera, Estefanía Pasquini no perdió la oportunidad de mencionar la decisión de su pareja de volver a ser padre, pese a su edad y al que dirán las personas. Cabe recordar que los médicos nutricionistas llevan más de 40 años de diferencia.
Te podría interesar
“Feliz día a este papá todo terreno”, comenzó diciendo la especialista en salud sobre el abanico de actividades que lleva adelante el nutricionista, que con sus ochenta y cuatro años nunca ha perdido las ganas de bailar y hacer una que otra actividad riesgosa.
“Qué pese a todos los miedos, pese a todo lo hablado, pensado y demás, se metió en este baile hermoso de volver a ser papá nuevamente en una etapa poco frecuente y que lo hace increíblemente con el amor más grande y hermoso”, agregó Pasquini.
“Gracias por ser el papá de Emilio, nos haces felices todos los días, Emilio te ama con el alma (ni te cuento la mamá) gracias por hacer que sonría el 90% del día, por hacerlo la personita qué es, por esta paz que le sumas, además de los libros, piruetas, canciones, música y todo lo que le das”, detalló.
“Emilio es lo que es, en gran parte por lo que sos con él y amor, cariño, respeto, cuidado y valores que le sumas día a día. Feliz día mejor papá del mundo con medalla de honor”, completó Estefanía al pie de una selección de fotos de Emi junto a su padre.
Sorpresa
Las tiernas fotos, que enmarcan momentos de diversión en la playa, en la casa y en el jardín, recibieron alrededor de diez mil corazones rojos y ciento de comentarios. Muchos de ellos destacan el parecido de Alberto con Emilio, que en realidad son dos gotas de agua.
“Buen día a todos los que, en lugar de desayunar con su papá, decidieron hacerlo en su oficina”, es otro de los comentarios que realizó Estefanía Pasquini en la mañana del domingo, dejando en claro que Emilio, que siempre se esconde, no desayuno con la compañía de su padre.