Alberto Cormillot es un gran acumulador de objetos. En su casa posee una colección de piezas invaluables que la vida le fue dando en su paso como médico nutricionista, panelista de programas, bailarín y extra de películas, grabadas en la llamada época de oro.
Sí, el legado de Alberto Cormillot es coleccionar objetos. Los enanos de jardín son sus favoritos. Con los años Adrián, su hijo mayor, también adoptó un hobby parecido, pero en este caso fueron Los Pitufos, los cuales emergieron en la década del 80 por medio de algunas historietas y pequeñas estatuillas.
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“Creo que todo empezó hace casi diez años, cuando mis hijas, Abril y Zoe, que en aquel momento tenían 12, habían logrado juntar veinticinco Pitufos que les había regalado su abuelo. Luego, unos amigos míos les dieron setenta piezas más que ellos tenían guardadas”, mencionó Adrián.
“Las chicas eran grandes y ya no les daban mucha bolilla; entonces, dije: Esto lo sigo yo y empecé en serio a armar una colección”, destacó el médico nutricionista. “Me gustan como objeto pop y además son relativamente baratos”, agregó.
Como era de esperarse la colección genera curiosidad. “¡Claro! Los Pitufos son lindos para mirar, por eso antes los tenía expuestos. Es una colección que enseguida da tema para una charla, por eso también me gustan. Antes, cuando tenía los Pitufos en el quincho de mi otra casa, estaban más a la vista y eso generaba que todos los que entraban preguntaran por ellos”, contó.
“Cuando nos mudamos acá, quise (colocarlos) en el living, porque son muy rock, tienen toda la onda, pero perdí la pelea con mi esposa y terminaron en un cuartito de la terraza. Ahora están como en penitencia. Y ningún invitado sube las escaleras para ir a mirarlos. Una lástima”, aclaró el médico.
Nombres
El hijo de Alberto Cormillot aseguró que no le colocó nombres, además del que ya tienen. “No, no. Pero algunos tuvieron sus propias identidades. Por ejemplo, a uno le puse: el fantasma de la B. para mis amigos de River, pero también se quemó en el incendio”, contó.
Sobre verse identificado con uno de Los Pitufos, el médico especialista en nutrición destacó: “La verdad, nunca lo pensé, aunque, ahora que me preguntás, me copa mucho el Pitufo fiestero porque me parece muy divertido y me conecta con mi infancia”.