Durante los últimos años, las dietas saludables, es decir las que omiten la ingesta de carnes, comenzaron a tomar mayor fuerza entre todos los que quieren colaborar con el planeta. Según se sabe, pequeños cambios como una dieta más variada y saludable colabora fantásticamente con el cambio climático.
De acuerdo a varios estudios recientes, las dietas saludables, son la alternativa perfecta a la ingesta de carne y puede hacer una diferencia muy grande en el ecosistema mundial. Mucho del cambio climático está vinculado a la cría de ganado para alimentación humana, por lo que mermar su ingesta puede cambiarlo todo.
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Hay quienes consideran que una dieta basada en plantas no puede ser deliciosa y nutritiva a la vez, por lo que varios mitos fueron difundidos para confundir a las personas y a la vez fomentar la carne y las fortalezas de esta en cuanto alimentación.
Un mito recurrente entre quienes no saben mucho es que se menciona que los que prefieren dietas saludables no tienen los niveles de calcio suficientes. Esto es falso, ya que hay varios alimentos que poseen calcio como el repollo, el brócoli o las coliflores.
Por otro lado, hay quienes consideran que los veganos o vegetarianos tienen niveles de vitaminas o nutrientes en niveles muy inferiores a los comedores de carne. Sin embargo, hay que mencionar que muchos asiduos a la carne, no se alimentan correctamente, por lo que es un mito a derribar.
Otra creencia popular reza que la huella de carbono, tanto de productores de ganado como los de vegetales son exactamente las mismas, por lo que no se podría hablar de una diferencia notable. Poco más alejado de la realidad, debido a que recientes estudios colocan de manifiesto que la ganadería es por lejos la que más colabora al cambio climático.
El resto de los mitos
Si bien las dietas saludable son una tendencia que ya lleva varios años en el ambiente gastronómico y muchos restaurantes están agregando menús para vegetarianos y veganos, hay quienes creen que es un pensamiento pasajero.
Por otro lado, se sabe que los niños y abuelos pueden perfectamente tener dietas sin agregados de carne, lo que derriba el mito de que solo un tipo específico de personas pueden llevar adelante dietas saludables, verdes o basadas en plantas.