Las historias de amor, venganza y misticismo ambientadas en las profundidades de Brasil en la región del “Pantanal” se volvieron capaces de unir a la familia frente a la televisión. Sí, la novela no solo fue un éxito en su país de origen, sino también en la región sur del continente.
Al menos durante los poco más de 60 minutos de duración de los capítulos de “Pantanal”, gran parte de la teleaudiencia quiere saber más de la historia de amor de Juma (Alanis Guillén) y Jove (Jesuíta Barbosa), o la desgracia del villano Tenório (Murilo Benício).
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“Pantanal” no solo se convirtió en uno de los principales temas de los círculos de conversación, sino que también se convirtió en el tema en las redes sociales. En Brasil se produjeron memes, stickers de WhatsApp, videos en TikTok, podcasts y grupos de discusión en diferentes plataformas.
Ver la telenovela se ha convertido en un hábito tan intrínseco en la vida cotidiana de la mayoría de los argentinos durante los últimos tres meses, cuando “Gran Hermano”, una de las producciones que costó millones, le dijo adiós a Telefe, por lo menos por una temporada más.
En otras palabras, la novela está en todas partes, reavivando una omnipresencia que no se veía en la televisión local desde “Avenida Brasil”, otra trama que se dio exactamente hace 10 años, en 2012, y también paralizó el país. Claro, parece que la productora sabe muy bien en donde invertir.
El éxito de esta telenovela es como una rosa de la que vas arrancando pétalos y más pétalos. Es algo muy complejo. No es complejo en el sentido de ser difícil de entender, sino porque hubo muchos factores que llevaron a ello: la naturaleza y los históricos problemas entre familias.
Buenos caminos
"Pantanal" trajo a su trama temas que son queridos en la región. Entre otros, lineamientos como la destrucción del medio ambiente, que estuvo presente en toda la narrativa, representada sobre todo por la mística del Viejo de Río (Osmar Prado), el protector del Pantanal;
El racismo, visto en el núcleo de la segunda familia del villano Tenório; y la desigualdad de género, un tema que atravesó la vida cotidiana de la mayoría de los personajes femeninos de la serie, especialmente de María Bruaca, quien se convirtió en una especie de diva del pop entre los espectadores más jóvenes.