Si hay algo que el mundo moderno atraviesa con gran dificultad es la posibilidad de contar con más y mejores alimentos, y a la vez redistribuirlos de mejor manera. Una posible solución a este gran dilema podría ser la de poseer una huerta propia.
Tener una huerta propia significa que tendrás acceso a alimentos más saludables y frescos. Las frutas y verduras cultivadas en tu propia huerta probablemente estarán libres de químicos y pesticidas, lo que las hace más nutritivas y sabrosas.
Cultivar tu propia tierra puede ayudarte a ahorrar dinero en la compra de alimentos frescos. Además, puedes cultivar una gran variedad de vegetales que normalmente serían costosos en el supermercado o conseguirlos de otras maneras.
Trabajar en la huerta implicará levantar, cavar, plantar y cosechar alimentos, lo que puede ser una forma efectiva de hacer ejercicio y mantenerse en forma. Esto retribuye no solo en el físico, sino también en el estado de ánimo de quien la posee.
Al cultivar una huerta, estarás reduciendo el impacto ambiental que las prácticas agrícolas industriales tienen en el medio ambiente. Al utilizar prácticas de jardinería y cultivo sostenibles estarás cuidando la tierra y, al mismo tiempo, produciendo alimentos saludables.
Una huerta propia te proporcionará una fuente de alimentos frescos y saludables que son fáciles de cultivar y cosechar. Esto puede ayudar a fomentar la autosuficiencia y la independencia en la producción de alimentos.
El resto de los beneficios
Trabajar en la huerta también puede ser una actividad terapéutica y relajante. Dedicar tiempo a plantar, regar y cuidar tus plantas puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, y proporcionar una sensación de tranquilidad y paz mental.
Esperamos que esta lista te haya ayudado a comprender algunos de los beneficios de tener una huerta propia. Si aún no tienes una, quizás sea hora de considerar crear una en casa con los materiales que tienes a la mano y en las dimensiones que consideres apropiadas.