En una trascendental postal otoñal y con la Cordillera de fondo, Cristina Pérez y Luis Petri, el fin de semana pasado, se juraron amor eterno en evento totalmente reservado para las familias de ambos. En la nota, algunas de las perlitas del inolvidable momento.
Pese a un inicio mediático, Cristina Pérez y Luis Petri fueron más allá y no solo confirmaron su amor frente a todos, sino que también se comprometieron dos veces: la primera en Italia de donde es oriunda la familia de él y la segunda en Mendoza, en donde creció como político.
En una entrevista, la reconocida periodista mencionó que el amor nació de un fraude moral. “Era un último momento del primer pedido de juicio político al presidente por la fiesta clandestina de Olivos y Luis era uno de los firmantes”, dice ella rememorando cómo se dio todo.
“Nos (hallamos) en el aire con este tema que era un fraude moral a los argentinos. Y yo había pedido una nota con otro de los autores del proyecto, no con Luis. El destino jugó sus cartas”, dice la compañera de Rodolfo Barili, sobre cómo fue el primer cara a cara con su amor.
El cosquilleo de Cristina fue el mismo que tienen todos cuando se enamoran por primera vez, tanto es así que admitió estar nerviosa en la primera cita. “Fue la primera vez en mi vida en que estuve nerviosa en una cita. Habíamos tenido conversaciones increíbles y los dos teníamos miedo de que la realidad no superará semejante intercambio”, dijo.
“Él me dijo, si no estoy a la altura nos damos la mano y todo perfecto. Pero esa mañana me mandó un mensaje que me conmovió: ¿Cómo amaneció el primer día de nuestras vidas?, me escribió. Casi se me sale el corazón”, recuerda Cristina Pérez sobre aquel momento.
Momento inolvidable
En medio de un mágico lugar, la Estancia Uspallata, Cristina Pérez y Luis Petri se dieron la mano y recibieron la bendición de ni más ni menos que del vocero del Arzobispado de Mendoza Marcelo Di Benedictis, quien se hizo cargo de la ceremonia religiosa.
Como no podía ser de otra manera hubo un espacio para que los futuros esposos den a conocer sus votos. Para colmo, una hermosa canción de Mercedes Sosa hizo bailar a los presentes. Si algo le faltaba a este día inolvidable fue escuchar a Petri cantar "Y sin embargo", de Joaquín Sabina, tomado de la mano de su prometida.